Sabado, 20 de abril de 2024

Se cumplen 20 años de la reunificación

Alemania celebra un aniversario de luces y sombras

A los alemanes les sigue costando aceptar el cambio, pero de forma tácita aceptan de buen grado la consecución de un objetivo común. Sólo uno de cada diez Ossis echa de menos la vida bajo el socialismo.

Es un dato significativo, pero debe ser tenido en cuenta en relación con el hecho de que sus ahora compatriotas creen a su vez que antes de 1989 se vivía mejor en el oeste, en la entonces República Federal Alemana.   

Sin embargo, en julio de este año, la tasa de desempleo en el este de Alemania (11,5%) prácticamente duplicaba a las zonas del oeste (6,6%), según datos recogidos por Deutsche Welle.

Deficiencias heredadas de la fuerte desindustrialización de los años 90, tras el cierre de las industrias estatales de la antigua República Democrática Alemana (RDA), que experimentan una recuperación lenta y gradual.

   La situación actual en Alemania combina nostalgia e inercia globalizadora, en el contexto de un cambio drástico del sistema político y económico que afecta a todos por igual, incluidos aquellos que "no formaban parte de los pilares del antiguo sistema", según el profesor de Filosofía de la Universidad de Berlín, Richard Schroeder. El peso específico de Alemania en la historia reciente de Europa añade sus propias características a la mezcla.

TENSIÓN PERMANENTE  

  En el país todavía hay revuelo por las declaraciones del primer ministro socialdemócrata de Brandenburgo, Matthias Platzeck, quien durante una entrevista empleó la palabra "Anschluss" para describir el proceso de reunificación. El problema era que Adolf Hitler empleó ese mismo vocablo 70 años antes para describir la ocupación y posterior anexión de Austria en 1938.

   Esta semana, Platzeck matizó la forma de sus declaraciones, pero mantuvo intacto el contenido: "Me alegro de vivir en paz y democracia, pero hay que decir cuándo están mal las cosas, y hay que permitir que una minoría preserve los pocos símbolos y valores que todavía le quedan", puntualizó.

   Una mayoría ajustada de alemanes --53% en el este, 57% en el oeste-- celebra el hecho de la reunificación en sí misma. Pero ello no significa que tengan que tolerar a los vecinos. Para un 69 por ciento de los orientales, los alemanes del oeste son unos "arrogantes" y un 54% les tacha de "tacaños", según una encuesta del instituto Allensbach.

   A su vez, los occidentales están hartos de que sus compatriotas del este nunca hayan expresado apropiadamente su agradecimiento por las cuantiosas transferencias realizadas al Este para sustentar el período de transición. Se trata de una cantidad tan elevada de dinero que el Gobierno nunca se ha atrevido a dar cifras concretas.

Sólo hay estimaciones "crudas", como la que ofrece el presidente del Instituto de Estudios Económicos Halle, Ulrich Bloom, quien cifra el coste total de la reunificación --advirtiendo de que es un dato "muy impreciso y engañoso"-- en un billón y medio de euros, más o menos.  

  Otra cuestión relevante es el envejecimiento que está registrando la población del este de Alemania, atribuida al éxodo al oeste de gran parte de sus trabajadores jóvenes y cualificados. La región envejece y se queda cada vez más vacía, hasta el punto de que nadie quiere hacer predicciones económicas a medio plazo. "Es una casa de locos", dice el profesor de Economía de la Universidad de Estudios Aplicados, Sebastien Dullien.  

  "No hay suficientes estudiantes para mantener las escuelas abiertas", lamenta. Para Dullien se trata de "una espiral descendente de bajos salarios y cualificaciones". "Una vez que has perdido las estructuras, es muy difícil recuperarlas", indicó. 

  DESINTEGRACIÓN DE LAS ÉLITES

   Para la mayoría de los alemanes, el país se encuentra en un constante proceso de recuperación. La reunificación deja, a nivel personal, momentos extraordinarios --la reunión de miles de familias separadas por el muro, el fin del envío de los 26 millones de raciones anuales de ayuda al este-- pero también fallos estructurales en lo social. El más destacado de ellos: la falta de integración de las élites orientales en la Alemania unificada.  

   El ejemplo más rotundo se encuentra en la figura de Angela Merkel, nacida en la RDA. Merkel iba a abanderar un período de comunión entre las cúpulas de poder de las respectivas Alemanias. Un símbolo de integración. Pero, actualmente, resulta que Merkel es la única representante oriental del Gabinete. "Está ella, y después nadie", lamenta la secretaria general del partido de izquierda Linke, Gesine Lötzsch.  

 

  "No hay generales del este, no hay comandantes de policía del este, ni jueces del constitucional, ni siquiera editores de periódicos de gran tirada", indica Lötzsch al Financial Times. La distribución total de soldados según procedencia en el contingente alemán en Afganistán es casi milimétrica --3.143 soldados del este, 3.248 del oeste--, pero en los escalafones más bajos, la proporción de soldados rasos orientales es de un 60 por ciento.   

En términos generales, sólo un cinco por ciento de la actual "élite" alemana tiene lazos con la antigua RDA. Expertos como el profesor Raj Kollmorgen, de la Universidad de Magdeburgo, hablan de exclusión social o incluso, de "discriminación".

ÜBER ALLES

   Y a pesar de ello, los alemanes antepondrán la unidad del país a la integración europea, sin importarles el peso específico que han adquirido en la Unión. Así opina el antiguo oficial de la misión diplomática estadounidense en la desaparecida Berlín Oriental, E. Wayne Merry, para el que la crisis financiera ha actuado como catalizador de la aparición de "un nuevo parroquialismo nacionalista y cortoplacista".

   En su columna de opinión para el NY Times, Merry relaciona directamente "la celebración de los 20 años de unificación del país con el momento más bajo en su compromiso con la unidad de Europa". Buena parte de la culpa la achaca a la población del este de Alemania, largo tiempo "sujeta a un aislamiento físico y social prolongado" de Europa, que ha terminado por disociarse de cualquier sentimiento de culpa que suscitó la II Guerra Mundial en la mentalidad alemana.   

"La RDA enseñó a sus hijos que no tenían por qué cargar con la culpa del pasado de Alemania, porque la culpa era del oeste", indica Merry. Como consecuencia, "la nueva generación alemana no guarda memoria alguna de la larga lucha de su país para ser aceptado como un estado europeo responsable, y apenas comprende el complejo sistema de acuerdos que anclan la identidad nacional alemana al contexto de Europa".

   En la creación de esta identidad nacional han sido imprescindibles los inmigrantes, esenciales por su capacidad de trabajo y cruciales a la hora la tasa de natalidad. En Alemania se concentran mayorías procedentes del centro de Europa con una minoritaria pero cada vez más relevante población de origen turco.  

  Gracias a la reunificación y a sus aportaciones, "Alemania se ha convertido en un país más diverso, donde la sensación de fraternidad no ha hecho sino aumentar", indica el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble. "Lo que necesitamos ahora es tiempo, paciencia, sobre todo entre nosotros, y la experiencia que concede la resolución conjunta de nuestros problemas".


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

La ciencia y el cristianismo

La edad media no fue tan oscura como nos han contado, y menos aún para la ciencia

Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo