"Las últimas decisiones del Gobierno van bien encaminadas en todos los sentidos. Ahora lo que hay que hacer es cumplirlas", dijo el banquero, en alusión tanto al último decreto ley de resolución bancaria, como a la reforma laboral y a las medidas adoptadas para garantizar el cumplimiento de los objetivos de déficit.

   El presidente del Santander también apoyó la inyección de capital por importe de 4.500 millones de euros realizada a Bankia por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo controlado por el Banco de España y por el Gobierno, a la espera de recibir los recursos europeos. "El adelanto a Bankia es absolutamente correcto", consideró.

   Botín se declaró "convencido de que el Gobierno español tomará las medidas que estime oportunas" en cada momento, y valoró que está "muy preparado para tomarlas", pero no concretó si es partidario de que solicite un "rescate blando" a la UE, opción que sopesa el ministro de Economía, Luis de Guindos.

   El primer banquero español sostuvo que "hace falta que se consolide la arquitectura" de la zona euro y avanzó que en los próximos días los líderes europeos adoptarán decisiones vitales, si bien expresó su total convencimiento de que "el euro no se va a romper, sino que va a salir adelante". "Soy optimista", aseveró en alusión a las reuniones del Eurogrupo de los días 11 y 12.

   Botín pronosticó un mes de septiembre "muy interesante" y se mostró claramente partidario de que el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acuerde comprar deuda soberana de países periféricos con problemas de financiación en los mercados como España en su reunión del próximo día 6. La compra de deuda soberana por parte del BCE "me gusta y me la creo", dijo. 

  "BANCO MALO", UNA CONDICIÓN IMPUESTA  

  Tras reconocer que inicialmente se opuso a la creación de un "banco malo" en España que aglutinara los activos inmobiliarios tóxicos de las entidades financieras, Botín recordó que la sociedad de gestión de activos era "una de las cerca de cuarenta" condiciones impuestas a España en el memorando de entendimiento (MoU) para recibir el rescate bancario.

   "Estaba completamente en contra de que se pusiera en práctica el "banco malo" en este país, y el Gobierno opinó lo mismo, pero figura entre las condiciones para recibir la ayuda financiera que se va a dar a España", recordó Botín, que prefirió esperar a noviembre, cuando se conozcan los detalles del instrumento, para hacer más valoraciones.

    En cualquier caso, reconoció que "son muy importantes" los precios a los que se valorarán los activos inmobiliarios dañados que las entidades nacionalizadas (Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia) trasladarán al "banco malo". "Está estudiándose, me parece necesario y bien que se haya hecho el "banco malo" porque nos lo han dicho desde Bruselas", acotó. "Es una tarea difícil pero es necesario", subrayó.

   Botín apuntó que el Santander aún debe provisionar 2.200 millones de euros por su exposición al sector inmobiliario para dar cumplimiento a las exigencias de los dos decretos leyes de saneamiento financiero aprobados por el Gobierno los pasados meses de febrero y mayo, pero recordó que el banco no ha recibido ningún tipo de ayuda durante la crisis financiera.

   "A final de año Santander tendrá totalmente provisionado todo el "ladrillo" en España, por lo que en 2013 y 2014 no tendremos que hacer provisiones más allá de las propias de la conducción normal de los negocios", especificó Botín.

   Sobre la estrategia de crecimiento de Santander en España, Botín apuntó a la posibilidad de que la entidad compre activos para espolear su crecimiento, aunque quiso dejar claro que "ahora no tiene ninguna operación entre manos". "Estudiamos todas las posibilidades que se presentan y todo depende de las condiciones que ofrece la entidad", ilustró.