"Estoy dispuesto a discutir sobre los criterios retenidos, pero seamos claros. No tenemos que escondernos detrás de esta discusión para no hacer nada", ha explicado el comisario durante el debate en el pleno de la Eurocámara sobre la Agenda Europea para la Migración presentada la semana pasada en respuesta a las críticas al sistema de cuotas propuesto de países como Reino Unido, Francia o Hungría, que lo han rechazado de plano, pero también España que ha defendido que los criterios de reparto no son justos.

   Avramopoulos ha avanzado que la Comisión Europea propondrá la próxima semana activar "un mecanismo de emergencia" en base al artículo 78 del Tratado de la UE pensado para hacer frente a crisis como la actual en el Mediterráneo en caso de aumento repentino de nacionales de terceros países que llegan a Europa, a fin de transferir parte de ellos desde los países más afectados a otros de la UE, dejando claro que el mecanismo está pensado para "los que más claramente necesitan la protección".

   También propondrá un mecanismo para reasentar en los próximos dos años el territorio europeo a 20.000 refugiados que acogen los países del sur del Mediterráneo, al que dotará de 50 millones de euros para "apoyar a los Estados miembro" a acogerlos. "Estos dos mecanismos estarán basados en una llave de distribución en función de criterios objetivos y claros", ha prometido el comisario.

NO HAY EFECTO LLAMADA

   El comisario ha insistido en que "es tiempo de ser visionario y atrevido" y ha augurado que este año habrá un nuevo récord de demandantes de asilo en la UE, que el año pasado alcanzaron los 620.000. Los demandantes de asilo elevan a unos 70.000 mensuales desde principios de año y "más de 80.000 migrantes han alcanzado" las costas europeas. "Hay que ser claros. No hay ningún efecto llamado. Esto es porque nuestro vecindario está en llamas. Vivimos en tiempos de inestabilidad y Europa es vista como un refugio en tiempos de crisis", ha recalcado.

   El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha reconocido que son propuestas "desafiantes" y que "generan debate y controversia" en los Estados miembros. "Es inaceptable que la gente diga 'sí', queremos impedir que la gente se ahogue, pero al mismo tiempo se quedan callados sobre donde deben ir estas personas una vez han sido rescatadas", ha criticado no obstante.

   "Realmente no es aceptable que la gente en la UE diga: Parar los naufragios y al mismo tiempo digan pero no traigan a la gente aquí", ha zanjado. Timmermans ha defendido que la Comisión ha planteado medidas "equilibradas" y ha instado a los Estados miembros a ser consecuentes con sus palabras con "acción".

   "Son asuntos complejos. Y tenemos que actuar en todos los aspectos si queremos ser eficaces", ha recalcado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, que ha incidido en la necesidad de atajar la inmigración irregular en origen y reforzar el control de las fronteras, pero también aplicar las normas de asilo comunes "adecuadamente". "La solidaridad se puede pedir si la responsabilidad es asumida a la vez por todos los Estados miembro", ha recalcado.

DEVOLUCIÓN RÁPIDA

   Timmermans ha insistido en la necesidad de "limitar el alcance de los abusos" por parte de inmigrantes que no tienen derecho a protección y asilo en Europa y devolverlos "rápidamente" a sus países de origen, porque sólo así se recabará el apoyo de la opinión pública a favor de la inmigración ilegal necesaria en Europa.

   El comisario del Interior también ha defendido la necesidad de reforzar la lucha contra la inmigración irregular y ha avanzado que la próxima semana el Ejecutivo comunitario adoptará "un plan de acción contra el contrabando y reforzará el papel de Frontex en las operaciones de retorno", tras la decisión de los Veintiocho de establecer una operación naval militar contra las mafias en el Mediterráneo, otra de las medidas de la Agenda junto a la triplicación de financiación y refuerzo de la operación de Frontex en el Mediterráneo, Tritón.

   También ha avanzado que "promoverá la plena aplicación del sistema común de asilo europeo y tomará acciones para combatir los abusos" y se prevé  "reforzar la gestión común" de las fronteras externas a través de Frontex y desarrollar una nueva política para favorecer la inmigración legal, empezando por la revisión de la directiva de la tarjeta azul.