Los ministros de Economía de la UE han acordado realizar una nueva ronda de pruebas de resistencia con una metodología más rigurosa, que por primera vez examinará las dificultades de las entidades para acceder a liquidez, según fuentes europeas. No obstante, Salgado ha asegurado que "no está previsto" contemplar este criterio.   

La credibilidad de los anteriores test, en los que suspendieron cinco grupos de cajas españolas, se ha puesto en duda porque no detectaron los problemas del sistema financiero irlandés.    Salgado ha recordado que las necesidades de recapitalización adicionales que detectaron las pruebas de estrés para las cajas españolas ascendían únicamente a 2.000 millones de euros y ha asegurado que cuando se hagan los nuevos test esta inyección de fondos "estará más que cumplida".  

  "Por tanto, no tienen por qué pasar lo mismo que pasó la otra vez, que haya algunas cajas que no superen el examen. Yo creo que en ese momento, las cajas españolas llegarán en excelentes condiciones porque habrán avanzado en ese proceso de reestructuración operativa y por lo tanto previsiblemente en la disminución de costes", ha sostenido la vicepresidenta económica.  

  Salgado ha resaltado que las estimaciones de que las cajas españolas necesitan entre 30.000 y 80.000 millones de euros adicionales que manejan algunos analistas "no tienen ningún fundamento" ni "credibilidad", pero ha evitado dar su propia cifra. "Nuestra primera estimación estaría muy lejos de esa cifra", se ha limitado a decir.

   En todo caso, Salgado ha recordado que a finales de enero las cajas deberán publicar, a petición del Banco de España, "cuál es la situación de los activos inmobiliarios que puedan tener en su balance y cuáles han sido las valoraciones de esos activos inmobiliarios en los procesos de fusión o integración". Sólo cuando se conozcan estos resultados, el Gobierno realizará su propia estimación sobre necesidades de capital.

   La vicepresidenta económica ha señalado que España quiere "ofrecer el mismo nivel de transparencia que la otra vez" en las pruebas de estrés y por ello someterá a examen de nuevo al 95% del sistema financiero, frente al 50%-60% de media del resto de países.  

  Los nuevos test serán "más exigentes" que los de julio porque, aunque ha mejorado el crecimiento y la consolidación fiscal en los Estados miembros, hay "mayor volatilidad y mayor tensión" en los mercados. "Nosotros estamos dispuestos a pasarlos y no debiéramos mezclar este proceso con la recapitalización de las cajas", ha apuntado.