El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Miguel Collado, designado a propuesta del PP, ha anunciado este jueves que ha decidido resolver la relación laboral de este órgano con su hija, a la que contrató el pasado mes de julio como secretaria particular con un sueldo de unos 2.000 euros mensuales.

   Collado, quien ayer se mostró "sorprendido" por la polémica surgida tras conocerse que había contratado a una de sus hijas, señala ahora en un comunicado que dicho nombramiento se efectuó por el presidente del Consejo, Gonzalo Moliner "de  un modo absolutamente legal" y con arreglo al procedimiento previsto.

   Añade que "habiendo transcurrido el periodo considerado para el mandato del actual CGPJ y resultando inminente su renovación han cesado las circunstancias que determinaron este nombramiento", con lo que se ha resuelto la relación laboral.

   En la nota, el vocal explica las circunstancias que le llevaron a contratar a su hija Alejandra, que fueron el cese de su anterior secretaria y el hecho de que "ninguna persona dentro de la institución" se hubiera mostrado dispuesta a asumir este puesto.

   Sobre la posibilidad de acudir a una contratación externa, el consejero del órgano de gobierno de los jueces señala que el puesto de secretaria "exige de una confidencialidad plena considerando el carácter de las materias y documentación que es manejada, por lo que resulta imprescindible una persona de completaa confianza".

   Por todo ello, "desde el mes de julio y de un modo provisional" se propuso la contratación de su hija, que recibió el visto bueno de la Presidencia del órgano.

"TRABAJO DE VERANO"

   En declaraciones a Europa Press, Collado explicó este miércoles  que contrató a su hija Alejandra como secretaria, un puesto de carácter discrecional, después de que su anterior ayudante fuera fichada por el actual magistrado del Tribunal Constitucional Enrique López.

   En este caso se trataría de un trabajo de apenas unos meses puesto que el mandato de los vocales concluyó el pasado día 24 y es inminente su renovación, y nadie estaba interesado.

   El vocal destacó que necesitaba fichar a una persona de confianza, no cualquiera "de la calle" porque la secretaria es la que maneja el correo y sus documentos del Consejo, y que por eso pensó en su hija, recién licenciada en Derecho, para que cumpliera esta función "como trabajo de verano", con el convencimiento de que éste concluirá cuando él abandone el órgano de gobierno de los jueces.