La presidenta del PP de Castilla La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que el Gobierno de Mariano Rajoy significará el fin de la crisis política que hay en España y eso supondrá, entre otras cosas, el fin de las reuniones en gasolineras para tratar "asuntos privados".  

  En su discurso, durante la segunda jornada de la Convención Nacional del PP, la dirigente popular se ha referido así a las acusaciones publicadas en el diario El Mundo, del empresario farmacéutico Jorge Dorribo contra el ministro de Fomento, José Blanco, que presuntamente realizó ante la juez del "caso campeón" y según las cuales habría pagado comisiones al dirigente socialista después de haberse reunido con él en una gasolinera para pedirle que intercediera ante Sanidad por las licencias que pedía su empresa.  

  María Dolores de Cospedal ha asegurado en su discurso que España está sufriendo la "ley de la gravedad socialista", según la cual "todo puede empeorar" más de lo que está y ha calificado al candidato del PSOE, a quien no menciona por su nombre en ningún momento, de "vicezapatero" de la peor crisis económica y social de la España democrática. Un candidato, del que dijo que "ya no sabe de qué disfrazarse".   

 La presidenta de Castilla-La Mancha ha comenzado su discurso refiriéndose a la crisis económica y con un dato que califica de "estremecedor": "55 españoles habrán perdido su empleo en los 25 minutos que dura esta intervención" si persiste la misma destrucción de empleo que se ha producido en el mes de septiembre.

   Tras ofrecer este dato, ha lamentado que cuando los españoles empiezan a "soñar" con el final de la crisis, llega un "mazazo" y lo atribuye a la "ley de la gravedad socialista", según la cual "todo puede caer más, todo se puede hundir más y todo puede ir a peor mientras haya un gobierno socialista".   

 Se trata, dijo, igual que los principios científicos, de una ley "inmutable, perpetua y que no encuentra límites en la naturaleza" ya que, añadió, "no existe suelo de empleo y de bienestar que no se hunda, uno tras otro, bajo nuestros pies".

 EL ESTADO DEL BIENESTAR, AL BORDE DE LA QUIEBRA  

  María Dolores de Cospedal ha afirmado que el Gobierno socialista está dejando el Estado del Bienestar "al borde de la quiebra" y cree que "no hay que ser un experto en idiomas" para saber que cada vez que el PSOE habla de la palabra "idea" significa una subida de impuestos a las clases medias".  

  Según la dirigente popular, el candidato socialista, a quien no menciona por su nombre en ningún momento, "ya no sabe de qué disfrazarse" para ocultar que ha sido vicepresidente del "peor gobierno de la democracia" y por eso, no está pidiendo la confianza de los españoles, sino su "amnesia".

   Para Cospedal, Rubalcaba es el viceresponsable, viceimpulsor, viceculpable, vicecoautor, vicecausante, vicepromotor, viceinspirador y vicerealizador de la mayor destrucción de empleo de la historia, los mayores recortes sociales, la congelación de las pensiones, el recorte de los sueldos de los funcionarios, la subida del IVA, la eliminación de las ayudas a las familias, a la vivienda o el recorte de los presupuestos de Sanidad.  

  Su conclusión es que Rubalcaba es el "vicezapatero" de la "peor crisis económica y social de nuestra democracia" y "encima", apostilla, "menciona la palabra cambio sin pudor". Pero para la dirigente popular, cuando el candidato del PSOE "habla de cambio, se convierte en el primer votante de Mariano Rajoy".  

  En opinión de María Dolores de Cospedal, el gobierno de Mariano Rajoy supondrá el fin de la crisis política "que padecemos" desde que el PSOE comenzó a gobernar "a base de dividir" a los españoles y de "engañarlos" diciendo que no había crisis. El Gobierno de Rajoy, ha proseguido, será el fin de la crisis institucional, el fin de la crisis de confianza en el Gobierno, de la parálisis del Ejecutivo y el fin de la crisis de credibilidad y de las improvisaciones.

   Pero también ha dicho que será el fin de las reuniones en las gasolineras, en referencia a la presuntamente mantenida por José Blanco y el farmacéutico Jorge Dorribo, aunque irónicamente dijo que "ya sabemos que es un asunto privado".