En mayo de 2009 la fundación canónica San Pablo de Siloé, que ya gestiona  otros tres colegios en Pamplona y San Sebastián, adquirió el emblemático colegio a las  Hermanas del Santo Ángel de la Guarda; por sus aulas han pasado miles de albacetenses desde 1955.

A finales del curso pasado un grupo de padres liderado por María Ángeles González, militante del PSOE, técnico del ayuntamiento y del entorno más cercano a la alcaldesa de Albacete, se manifestó en contra de la decisión mayoritaria de los padres para que los alumnos llevaran uniforme.

El centro optó finalmente por el uniforme voluntario, el cual llevan más de un 50 % de alumnos; las unidades adquiridas por el colegio desinteresadamente a un fabricante están agotadas.     

En su escrito de denuncia a la Consejería de Educación, así como en sus comunicados y declaraciones donde nunca aparece autoría alguna y que han tenido gran eco en los medios albacetenses durante la semana pasada, esta plataforma acusa a la fundación de tener un ideario radical y extremo, aseguran que en la misma hay miembros del Camino Neocatecumenal y que en clase de Religión enseñan a los niños a rezar en una actividad denominada «Oratorio».

“Los llevan a la capilla con velas, alfombra y Biblia a rezar y cantar a Jesús”, declara en un periódico local alguien sin identificar de la plataforma.              

Caridad Navarro, presidenta en Albacete de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) explica que “los nuevos propietarios, en virtud de la autonomía pedagógica de los centros educativos, y en el ejercicio del derecho a la libertad religiosa y de enseñanza,  buscan la excelencia de sus alumnos en lo educativo, pero también en lo espiritual y no enseñan nada que no sea conocido de la doctrina católica” y añade que “el oratorio es el del Padre Carbó y se lleva impartiendo en la provincia escolapia de Valencia con unos resultados fabulosos.

Toda la comunidad educativa del centro no hace sino dar una respuesta firme a la situación actual de emergencia educativa y cultural que padecemos en España”.

Juan Manuel Puerta, delegado titular del centro confirma que los alumnos dedican al oratorio  una hora a la semana, es optativo y al mismo están acudiendo los padres que lo desean.

Otro de los hechos denunciados es que se ha impartido una charla a chicos de catorce años en los que “se les recomienda la abstinencia y la fidelidad”. La charla fue impartida por Paloma de Castro, especializada en la atención de jóvenes madres y conocedora de los errores que están llevando a la juventud a los embarazos inesperados, el aborto y las enfermedades de transmisión sexual: “la educación afectivo sexual que se está impartiendo en los colegios está teniendo unas consecuencias desastrosas; es claramente incentivadora de riesgos severos para la salud y la felicidad de nuestros hijos,  hay que explicarles  que no hay nada como retrasar el inicio en las relaciones sexuales hasta encontrar una persona realmente comprometida y que demuestre amarla” –dice De Castro.

“En cualquier caso es sólo una propuesta, no es obligatorio seguirla, nosotros   creemos en la libertad personal”.  

 Asimismo denuncian que la dirección del centro ha pedido a los padres una aportación voluntaria -de 36 euros mensuales por el primer hijo, 26 por el segundo y nada   por los siguientes- para poder cubrir los gastos de los que no se hace cargo el Estado.

La administración autonómica sólo paga el salario de los profesores y del director, y para cubrir el resto de los cuantiosos gastos de un colegio como la calefacción, electricidad, agua, teléfono, suministros de oficina, salarios de conserje y limpiadoras, reparaciones etc., la Junta paga una media de 500 € mensuales por aula que son insuficientes.

“En los colegios públicos estos gastos los paga íntegramente el ayuntamiento, pero si a los padres de la concertada no nos pagan nada y por otro lado la Junta prohíbe la cuotas obligatorias a los propietarios, no queda otra salida que aportar cuotas voluntarias” ­–dice Caridad Navarro.  

Según declaraciones de Diego Pérez, delegado de Educación, a una radio local “no pueden percibir ninguna aportación voluntaria, lo que recibe el Santo Ángel casi duplica lo de cualquier centro ordinario”.

Pero Caridad Navarro dice que ”es la clásica mentira que también es una verdad a medias pues el delegado omite que el Santo Ángel también casi duplica en alumnos y profesores a esos centros ordinarios y, respecto a la cuota voluntaria, no puede prohibirse, cada uno es muy libre de aportar su dinero donde quiera ”.

Además, “el Delegado provincial sabe que las aportaciones voluntarias no van destinadas a sufagar el concierto (salarios de profesores, etc)”.  

 “Esta fundación sólo quiere hacer de nuestro colegio el mejor de Albacete, si a alguien no le gusta no entiendo que siga en él, hay decenas de  padres que quieren traer a sus hijos aquí y no tienen plaza”, dice Soledad Martínez, una madre del colegio.

El AMPA del colegio va a remitir a los padres una carta de apoyo al centro.     

 Para Caridad Navarro “lo peor de todo es que se siembre el germen de la intolerancia y los prejuicios irracionales en los hijos, algunos alumnos que acuden al oratorio han tenido que soportar mofas o censuras de compañeros y esto es algo inaceptable; estos padres deberían respetar la libertad de los demás y marcharse del colegio o aceptar su ideario”.  

 Y termina diciendo “los  católicos tenemos derecho a tener nuestros propios colegios, también sufragados con nuestros impuestos, en virtud de la neutralidad del estado y de la libertad religiosa y de enseñanza consagrada en nuestra Constitución.

Como católicos defendemos la calidad de la enseñanza en libertad y siempre al servicio de la Verdad, pues nuestra moral católica es de una racionalidad total. Estas minorías no nos van a amedrentar, el que quiera colegios anticatólicos o con un catolicismo a la medida que tenga la coherencia de fundarlos y la generosidad de concertarlos”.