Este domingo estaba yo presto a disfrutar de mi desayuno dominical (zumo de naranja, café y tostadas con aceite), cuando de repente cogí la prensa del día y me encontré con el siguiente titular “El PP crea un fondo de capital riesgo para financiar empresas innovadoras” y prevé destinar a tal fin 100 millones de pesetas de los ovetenses en una primera fase, para acabar alcanzando los 1.000 millones.

   Comprenderán Uds. que el anuncio de tan soberana estupidez, estropease lo que en principio apuntaba como una placentera mañana de domingo. Al instante se me vinieron a la cabeza una serie de sentimientos y pensamientos que acabaron por encabronarme sobre manera, porque vamos a ver ¿quién se ha pensado que es el Alcalde de Oviedo para disponer del dinero arrebatado coactivamente a sus vecinos y ponerse a jugar a tiburón financiero? ¿Dónde viene que entre las funciones municipales esté la de montar fondos de capital riesgo? ¿Pero quién se cree que es este tío para jugarse nuestro dinero y ponerlo en riesgo? Si al Sr. Alcalde le gusta jugar a montar empresas, que lo haga con su dinero o que se dedique a jugar al monopoli en sus ratos libres.  

 Es inaudito que ahora que se están planteando el cierre de organismos y cortijos públicos, el Sr. Alcalde de Oviedo tenga la ocurrencia de montar uno nuevo. Ver para no creer.

  No voy a entrar ya en las cuestiones turbias del asunto: a quién va a poner al frente de este nuevo chiringuito, cuál va a ser su sueldo, cuáles van a ser las empresas agraciadas y beneficiarias del mismo, etc. Cuestiones éstas menores, sino que voy a centrarme en la chicha, en el fondo, porque vamos a ver, el Sr. Caunedo ¿no es militante del Partido Popular? Pero ¿qué tipo de formación proporciona el Partido Popular a sus cuadros y militantes? ¿Nadie le ha explicado a este Sr. lo que es el principio de subsidiariedad, que la administración no está para suplantar a la iniciativa privada, ni para jugarse el dinero público en aventuras empresariales para favorecer a determinados empresarios?  

 Pero este tío de dónde ha salido ¿de dónde ha sacado esas recetas de socialcapitalismo al estilo chino? Si el Sr. Alcalde quiere que se cree un verdadero tejido empresarial, lo que ha de hacer es eliminar trabas burocráticas, reducir el gasto y la plantilla municipal, bajar los impuestos y entrometerse lo menos posible en la vida de las empresas y de las personas. Para empezar, puede eliminar el Consejo de la Juventud, los Planes de Empleo, el Centro Municipal de la Mujer, los Talleres de Coeducación, los Centros de Estudio (que para eso están las bibliotecas de la Universidad), la Agencia de Igualdad de Oportunidades, el Proyecto Vía y toda la marasma de chiringuitos y subvenciones municipales. Porque el tinglado municipal, el organigrama del Ayuntamiento de Oviedo, más parece el de la ONU que el de un municipio, eso sí, inspirado por la ideología de género propia de la progresía internacional.  

 Si al Ayuntamiento de Oviedo le sobran 100 o 1.000 millones de pesetas, lo que habría de hacer, antes de jugar a ser Warren Buffet para favorecer a determinadas empresas, es bajar el IBI o la viñeta en esa misma cuantía a los vecinos y que sean ellos (nosotros) los que decidamos en qué queremos invertirlos ¿No les parece?