Un triunfo que refuerza el importante impulso de la entidad culé para relanzar la sección y que ha tenido la mejor de las respuestas posible. Los culés, siempre por delante en el marcador, no podían dejar escapar la oportunidad de colarse en la historia de este deporte. El Barcelona ya manda hasta en fútbol sala.   

Y es que el Barça contó desde pronto con el mejor escenario posible. Los blaugrana se adelantaron a los dos minutos gracias a un rechace que recogió Wilde. El pívot brasileño, que se besó el escudo tras marcar, llevó a buen puerto un disparo de Torras, y descolocó a ElPozo, que salió dormido a la pista del Pedro Delgado.

   Estaba claro que las piernas no le iban a temblar a los de Marc Carmona, que rescataron de su memoria el reciente 6-1 en Liga para ser -o al menos creerse-- superiores. El capitán Javi Rodríguez estuvo cerca de anotar de cabeza e Igor estrelló el cuero en el larguero tras una acción personal en el ecuador del primer acto.

   Fue entonces cuando Wilde, pichichi de la competición, sacó su fusil. El ex de ElPozo, que se enfrentaba a sus compañeros el pasado curso, culminó una triangulación maestra que tuvo en Fernandao la pieza clave del engranaje. Era el 2-0 y corría el minuto 12. Los culés tenían todo de cara para no dejar escapar la victoria en la finalísima.  

  ElPozo quería, pero no podía. Después de llegar a la final con más pegada que estética, se atascaba constantemente en la circulación. Ni Kike ni Álvaro-- los mejores en cuartos y semis-- se topaban con una defensa culé de alto nivel. Además, los cambios engordaban los argumentos catalanes. Lin, Chico y Saad eran capaces de mantener el alto ritmo de los suyos.   

Precisamente estos dos últimos jugadores fueron los protagonistas del tercer tanto del partido, un auténtico ejercicio de precisión. Cinco minutos después de la salida de vestuarios, Saad inventó un taconazo para asistir a Chico, que batió por debajo de las piernas a Raúl, el héroe murciano ante Lobelle.

ELPOZO, VALIENTE SIN PREMIO   

Ante el despliegue barcelonista, a Duda no le quedaba otra que jugársela. Además, antes de optar por Mauricio como portero-jugador, a doce minutos para el final, Álvaro se encargó de recortar le ventaja azulgrana. El internacional, elegante como pocos en la conducción del balón, empujó en la línea una jugada comenzada por él mismo.

   Con el 3-1 ElPozo se fue a por todas para comenzar su asedio a la meta de Cristian, soberbio en la segunda mitad. Daba igual perder por dos que por tres, y los pimentoneros lo interpretaron así. El juego había cambiado por completo. El Barça aguardaba embotellado en su campo esperando el fallo del rival y los murcianos dejaban de lado la paciencia para jugar con el corazón, el único músculo que les impulsaba a seguir adelante.   

El tiempo avanzaba más rápido para los de Duda, que no encontraban el gol por la actuación de Cristian, impresionante bajo palos, y nombrado mejor jugador del torneo. Sí lo hizo Dani Salgado a 26 segundos para el final, pero ya era demasiado tarde como para quitarle la gloria a la entidad culé.   

El equipo de Carmona, que había sido eliminado en las dos últimas ediciones coperas ante ElPozo, devolvió la moneda a su rival y despegó las etiquetas que ya hablaban de bestia negra a partido único. El Barça estiró su caché en Segovia para hacerse más grande. El Barça, por fin, es campeón.