Con dos caras, una muy buena arriba y otra mala atrás por errores tontos, el Barça ha tenido cierta suerte de llevarse a Donetsk este resultado. Iniesta fue un escándalo, el mejor del partido, pero sorprendentemente hubo lagunas de concentración en los de Guardiola que bien podrían haber provocado un marcador distinto. Pese a todo, el Barça también pudo superar los cinco goles, y es que el duelo fue loco, eléctrico y sin pausa.

En la primera parte el Barcelona dominó el marcador y buena parte del juego, y muchos aficionados blaugrana dieron gracias al Shakhtar por no penalizar con gol alguno de los demasiados errores no forzados que cometieron los de Guardiola. Y es que el peligro ucraniano llegó tras controles fallidos, pases sin destinatario o a la mala colocación de los blaugrana, todo ello nada habitual en los catalanes.

Así, pese al gol inicial de "papá" Iniesta, que lo dedicó a su recién nacida hija Valeria, el primer cuarto de hora fue para el Shakhtar. Los de Lucescu tuvieron bastantes ocasiones y dos de ellas manifiestas de gol en las botas de Luiz Adriano y Douglas, dos de los integrantes del "Bloco de Samba" que es la delantera ucraniana.

Con todos ellos en punta, el Shakhtar supo aprovechar su superioridad en velocidad y la visión de juego del mediapunta Jadson, aunque Luiz Adriano no estuvo acertado por suerte para los blaugrana. El gol de Iniesta, que se hizo con un balón en el área destinado a Villa y lo condujo hasta superar a Pyatov con elegancia, valió su peso en oro y más cuando Alves puso el 2-0 en el marcador en los minutos de más tranquilidad.

Fue una preciosa asistencia cruzada de Iniesta la que aprovechó Alves, en un ejemplo de desmarque, para quedarse solo ante Pyatov, dejarle sentado y marcar con el exterior del pie derecho. Antes, no obstante, fue un error del lateral brasileño en una pobre cesión a Valdés lo que a punto estuvo de costar el empate, aunque Willian disparó de primeras y no encontró una portería que estaba vacía. También Luiz Adriano perdonó para hacer bueno el dicho de que "quien perdona, lo acaba pagando".

   Así, lo mejor hasta el descanso fue el resultado y la sensación de peligro para los ucranianos cada vez que Messi cogía el balón, también que sin los lesionados Chygrynskiy ni Kucher la defensa del Shakhtar baja muchos enteros. Se notó que Ishchenko no jugaba desde el pasado mes de noviembre. Pero, pese a todo, la segunda parte empezó con más errores del Barça y otro mal control de Adriano cuando podía haber inaugurado el marcador visitante.   

Pero empezó tan parecido que fue el Barça quien volvió a marcar, esta vez obra de Piqué en una jugada de estrategia muy bien llevada a cabo por los blaugrana. El central blaugrana, en su segundo partido consecutivo marcando, se abrió en el área y remató por bajo completamente solo, el balón rebotó en un defensa y se coló en la red de Pyatov.   

El partido, mejor controlado por un Barça sereno, se revolucionó en un abrir y cerrar de ojos. Iniesta se perderá la vuelta al forzar una amarilla que acarrea suspensión al molestar el lanzamiento de la falta que puso el 3-1 en el marcador, obra de la rodilla del central Rakitskiy. El Camp Nou ya festejaba, se quedó helado con el gol visitante pero la sensación duró un minuto por el cuarto blaugrana, culminado con un trallazo de Keita en el interior del área a pase de Messi, que rozó el quinto.   

Entraron Pedro y Maxwell, justo un día después de recibir el alta médica, en un intento de dar aire fresco al equipo y piernas nuevas para cubrir espacios y matar el partido. Al Barça le iba bien el 4-1 y sin renunciar al ataque se dedicó a lo que mejor sabe hacer, tocar y tocar el esférico, pero en una contra Luiz Adriano envió un balón al palo dejando claro que la suerte estuvo del bando catalán, que cerró la goleada con una jugada de "tiki-taka" y puntilla de Xavi.