Dentro de unos días se cumplirá el vigésimo aniversario del “petromocho”, un escándalo político social que es el fiel retrato de los chicos (as) del Régimen, y que tal parecía el guión de una película  de D. Mariano, Ozores por supuesto, pues D. Mariano I “el popular” se dedica al cine negro.

       No faltaba ninguno de los personajes de La Codorniz, desde el típico “burguesito” de una supuestamente adinerada buena familia, un banco inversor árabe, un antiguo miembro de la OAS, un consejero muy aficionado a los maletines y un socialista tipo, a la sazón presidente de la comunidad asturiana.

       Todos estos pollitos juntos y en unión anunciaron urbi et orbe la construcción de un complejo petroquímico en Gijón, con una inversión multimillonaria y la creación de 1100 puestos de trabajo directo. Gracias a la investigación de unos periodísticas de “El Comercio” de Gijón, nos enteramos que nada de nada, ni árabes, ni complejo petroquímico, ni puestos de trabajo, ni gaitas en vinagre, por lo que el  presidente del engendro autonómico Sr. Rodríguez Vigil presento su dimisión.

       Pero, como el Sistema asturiano no tiene ni dolor de contrición ni propósito de enmienda, seguimos con los “petromochos” y la “autonomocho” en que han convertido la supuesta “autonomía” asturiana, eso sí, de las inversiones realizadas en los fondos mineros no sabemos nada, los “burguesitos” de turno siguen ofendiendo con sus payasadas, como  explican muy bien  Alamán y García de Tuñón,  y la Junta General del Principado sigue diciendo estupideces para tontos, convertida en un órgano inútil y en una carga fiscal más para los ciudadanos.

       La última de la Junta, es que reunidos en esa jaula de grillos que es el parlamento astur, acuerdan a excepción del PP, la integración de los subcontratados de la minería pública, en la empresa HUNOSA, hecho no entendible puesto que la citada empresa ha estado dirigida durante estos últimos treinta años o bien por el PSOE o por el PP, y los señores socialistas en una situación económica mejor no lo hicieron.

       Podríamos salvar, a ese samaritano equivocado que es el señor de UPYD, pero la verdad es que da poca confianza. Una persona que para llevar al buen camino a D. Arsenio Lupin, pacta con Jack el destripador y su banda, no es para tirar cohetes, pero ya saben que aquí en Asturias no hay fiesta sin tarasca.

       Y, aquí en Asturias se sigue rodando “Esto es un atraco” y la tercera parte de “Pelotazo Regional”, bajo la nueva dirección técnica del soplagaitas de turno, y  nuestra vieja Universidad, aquella que dio a luz aquellas promociones de estudiantes soldados,  no tienen dinero para calefacción, bueno que llamen al antiguo Director de la Politécnica de Mieres, al que por lo visto le arreglaban gratis hasta su fontanería privada , y usted tranquilo D. Vicente que en el momento procesal oportuno apareceremos, al fín y al cabo, en acto judicial su antecesor nos reconoció y admitió la capacidad de fiscalizar ciertas cuentas, sólo es ejecutar la resolución firme. Eran los tiempos en que Vicente era el Presidente y Riopedre el consejero y el problema eran 12 millones de euros volatizados, suficientes para que el infierno esté bien calentito.

       Bueno, aquí quietos, en descanso, velando armas y como el moro, esperando ver pasar el cadáver del enemigo y ya desfilaron muchos, aunque parece ser que al Sr. Villa le quieren, como dicen que hicieron al Cid, pasear en los últimos días del cutre establishment  asturiano, a la grupa del nuevo caballo de Atila, el SOMA sociedad muy negra y limitada.

       Y los tontos útiles al servicio de la masonería siguen sin dimitir, claro está son de vía estrecha, como el FEVE, que ya saben va a Galicia y muere en Lugo, y Pepiño en el Supremo, en esta Asturias de campeones, abraza farolas, soplagaitas y por supuesto notando la falta de Rafael en la fiscalía, al fín y al cabo, que me enmiende Tuñón si me equivoco, fue jefe del SEU en los años de la promoción de Estudiantes Soldados, como constaba en el Aula Magna de la vieja Facultad de Derecho en el caserón de la calle San Francisco, hoy invadida por los bárbaros que la quemaron en el 34,  que ruedan bajo la dirección eterna de D. Mariano, Ozores por descontado.

       Que nadie se confunda, la película rodada en los tristes años del vigente Régimen, no es de inversiones árabes, es sencillamente una serie de ladrones, tontos pero ladrones.

Á. de las Asturias.