A Maduro se le aparece el difunto señor Chavez en el metro,  y los chicos de Obama con satélites y a lo loco detrás de las faldas de la señora Merkel, en un ejercicio de defensa de la libertad, pues el negocio una vez más está en peligro como en los años setenta, los alemanes colocan mejor sus “bonos” y eso es una cosa muy fea, tan fea como el señor Maduro, que citando al  poeta ”vencido y viejo viene, viene con la edad de un siglo y es viejo cuando viene”. Una desgracia, gastamos nuestros dineros en educarlos y al final, de norte a sur, andan con fantasmadas, no me extraña que celebren ciertas fiestas con calabazas huecas, al final se reduce a eso: cabecitas huecas y loquillas, pero muy iluminadas.

       Y, donde empezó toda la historia, aquí en el cortijo asturiano, crisis política; la económica y social ya es endémica. En la estación (subterránea) de Llamaquique,  pasean los señores Fernández y Gutiérrez a la espera de que se materialice el difunto “hermano” con el oro que “desapareció” del Banco de España   y no tener que tomar el tren con destino a Mieres, visto que les quieren desahuciar del chiringuito que tienen montado en Oviedo.

       Hay que reconocer que es difícil desahuciarlos, ahí están resistiendo como okupas proletarios en el Ayuntamiento de Cudillero, al conocido grito de NO PASARÁN,  que para eso está  López Guerra en Estrasburgo, en un auténtico ejercicio de “democracia” creativa, proletaria y socialista.

       Escribía hace años Ismael sobre el fantasma de la Mayacina, debe de ser que se trasladó a Venezuela, pues es hecho acreditado de que en Mieres nos dedicamos a exportar fantasmas, pueden ser zurdos o diestros, pero todos tienen en común una cosa, la cabeza hueca y la iluminación de una calabaza en un primero de noviembre.      

       Pero, visto  lo que ocurre en la pomposamente llamada Junta General del Principado durante estás últimas legislaturas, los mierenses tenemos la presunción (iuris tamtun, por supuesto ya que admite prueba en contrario), de que el fantasma de la Mayacina se trasladó al palacete de la Junta, y ahí sigue muy enfadado con la casta política, derribando mayorías y gobiernos, por engañar al pueblo y convertir la política asturiana en una mascarada que ni los fantasmas pueden soportar.

       Ahí siguen en Llamaquique esperando al tren del pasado,  Fernández y Gutiérrez, pues el último tren con destino a Mieres ya pasó.  Y toca la cita, afirmaba Franklin Delano Roosevelt, sin cortarse un pelo de que “en la política nada sucede por accidente. Si sucede puede apostar que así se planeó”, y en Mieres, nada sucede por accidente, gobierna Aníbal Vázquez,  y la mitad de sus votos provienen de mierenses, que de izquierdas, derechas o mediopensionistas no creen en fantasmas, pero si creen en la libertad y dignidad de los hombres.

       Hoy, lne adelanta que Mieres sigue perdiendo población, los “nuestros” educados “en la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia”, siguen en nuestra hermosa Villa, por lo que una mera proyección estadística dibujaría un nuevo mapa electoral, no sólo para la villa del Caudal, también para Suárez de la Riva.

       No saldrá de la actual Junta General nuestra Asturias,  la clase política no puede pactar un nuevo gobierno, sería retrasar la recuperación de una Asturias, llena de inversiones sin contenido donde habitan los fantasmas procedentes de negocios anómalos.

       UPyD rompió la baraja, que se consuma en el fuego eterno del  infierno político, necesitamos otra baraja  y estaremos en vigilia tensa para que las cartas no estén trucadas, el resto palabrería fantasmal y los asturianos lo que queremos es más respeto a la dignidad del hombre que un Régimen en el que lo legal no es justo, nos niega.  

       José María Álvarez Cuartas