Llegaba el Real Madrid a Alicante sabiendo que el Hércules podía hacer daño a cualquier equipo, como ya demostró ganando al Barça, pero aún así los blancos se vieron sorprendidos nada más empezar el partido con un gol de Trezeguet de cabeza ante el que nada pudo hacer Casillas, que se limitó a mirar como entraba el balón en su portería.  

  Los de Esteban Vigo ahogaron al Real Madrid en todas las líneas a base de una presión asfixiante, que no ha permitido a los de Mourinho hacer su juego habitual. Los blancos, que han echado de menos la fluidez de Ozil, llegaron con cierta frecuencia a la portería de Calatayud, pero ninguna ocasión de la primera parte fue clara.

   La esperada reacción del Real Madrid tras el descanso no tardó en llegar. En el minuto 53 Cristiano Ronaldo tiró desde fuera del área, Calatayud no consiguió atajar y Di María soltó un zurdazo imparable. El partido, si no lo había hecho ya, cambió favoreciendo los intereses del conjunto blanco.  

  El Hércules, como era lógico por el desgaste, bajó el nivel de presión y los blancos empezaron a jugar casi todo el tiempo en campo rival. Sin embargo, y a pesar de acumular una ocasión tras otra, el gol no llegaba y Mourinho decidió quemar las naves y dar entrada a un discutido Benzema, delantero, por Pepe, central.   

Y el recurso no pudo salir mejor. El francés participó en el segundo gol de su equipo, primero dejando de tacón el balón a Marcelo, y después rematando un pase del lateral brasileño que, aunque no entró, sirvió para que el rechace del guardameta lo empujara Cristiano Ronaldo plácidamente al fondo de la portería, y poco después dejando en bandeja el tercero al portugués, que ya lleva 12 goles en 9 partidos.

   Antes del tercer tanto, José Mourinho, fiel a sus ideas, había retirado a Ozil e Higuaín para dar entrada a Arbeloa y Raúl Albiol y reagrupar así la defensa. El sistema al servicio del resultado.    El Real Madrid consigue así mantener el primer puesto de la competición hagan lo que hagan Barça y Villarreal, y gana más crédito al vencer en un campo donde ninguno de los considerados grandes lo había hecho todavía.

VALENCIA Y ZARAGOZA EMPATAN A NADA  

  En Mestalla, un Valencia con muchas dudas y cuatro encuentros sin ganar --sin contar la Copa-- recibía a un Zaragoza muy necesitado de puntos, ya que ocupaba el último puesto de la tabla de clasificación, y el resultado no ha satisfecho a ninguno de los dos.

   El partido se le puso muy pronto cuesta arriba al Valencia, que recibió un gol en el primer acercamiento del Zaragoza. En el minuto 3, el italiano Maurizio Lanzaro, protagonista del partido, marcó tras el lanzamiento de un córner y la pasividad de la zaga valencianista pensando que había fuera de juego. A partir de ahí, los locales empezaron a pasarlo mal.

   Los de Unai Emery tenían el balón, pero no conseguían crear ocasiones de peligro. De hecho, el gol del empate no llegó hasta el filo del descanso y fue marcado por Lanzaro en propia puerta tras intentar despejar un centro desde la banda derecha.

   En la segunda parte los che siguieron presionando la meta defendida por Antonio Doblas, pero el Zaragoza se defendía bien e incluso salía con cierto peligro. Sin embargo, en el minuto 67 el plan se le vino abajo al equipo de Gay, ya que Ander Herrera, que había salido en el descanso, era expulsado con una rigurosa tarjeta roja.   

Al final, el empate no sirve a ninguno de los conjuntos. El Zaragoza sigue colista y todavía no ha ganado en lo que va de temporada en liga, mientras que el Valencia vuelve a perder puntos con los de arriba y el domingo puede dejar su puesto en Champions.