La operación que pondrá en marcha la comunidad internacional para garantizar el cumpliento de la Resolución 1793 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia supondrá que España mantenga desplegadas tropas en cinco escenarios distintos, con cerca de 3.500 efectivos.

   Aunque por el momento no se conoce el número exacto de militares que desplegará España, los medios que ha puesto a disposición de la coalición -cuatro aviones de combate, un avión cisterna, un avión de vigilancia, una fragata y un submarino- suponen una dotación de unos 450 efectivos, teniendo en cuenta sus necesidades habituales.

   Estos militares se sumarán al máximo de 3.184 autorizado el pasado mes de diciembre por el Gobierno para las cuatro misiones en curso -en Afganistán, Libano, el Océano Indico y Uganda-, más la operación de asesoramiento que se desarrolla todavía en Bosnia i Herzegovina, tras el fin de la misión militar. Según los últimos datos globales dados a conocer por la ministra, en diciembre pasado eran 2.880 los militares en el exterior.

   En concreto, la misión más numerosa, en cuanto a número de efectivos, es la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés), que desarrolla la OTAN en el país asiático. En concreto, el número total de efectios autorizados para esta misión en 2011 es de 1.521 militares y 40 guardias civiles.   El grueso del contingente se encuentra desplegado en el mando regional oeste, en Herat y Qala i Naw y, además, hay un número reducido de militares en Kabul, en los Cuarteles Generales de la ISAF, y en Mazar i Shariff está desplegado un equipo de instructores de la Guardia Civil. 

    En segundo lugar, en cuanto a número de efectivos, está la participación española en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), que cuenta con un máximo de 1.100 hombres y mujeres, desplegados en el sur del país.

   En el marco de la misión naval de la Unión Europea contra la piratería en el Océano Indico, en la conocida como "Operación Atalanta", España puede desplegar un máximo de 395 militares.

   En cuarto lugar, hasta 38 militares españoles pueden participar en la misión de entrenamiento de fuerzas somalíes que lleva a cabo la UE en Somalia (EUTM-Somalia).

ESPAÑA, AL MANDO DE TRES DE LAS CUATRO MISIONES

   En la actualidad, tres de estas cuatro misiones -Líbano, Océano Indico y Uganda -están comandadas por un militar español. A ellas hay que sumar los hasta 40 militares que participarán en 2011 en la misión de asesoramiento de las Fuerzas Armadas de Bosnia i Herzegovina, después de que el pasado noviembre finalizara la participación española en la misión Eufor Althea.

   Además, un máximo de 50 observadores militares, oficiales de enlace y asesores militares, podrán contribuir, a solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en misiones de ayuda humanitaria, operaciones de paz y gestión de crisis que realicen aquellas organizaciones internacionales a las que pertenece España.   El Gobierno, a propuesta de la ministra de Defensa, Carme Chacón, eliminó desde el 1 de enero de 2009 el máximo que había establecido con anterioridad el Ejecutivo socialista de 3.000 militares desplegados en las operaciones en el exterior, estableciendo que las Fuerzas Armadas tienen capacidad para mantener en el exterior a 7.700 efectivos.

   Con la nueva norma, la presencia de militares españoles en el exterior sólo está limitada por la legalidad de la misión, por la voluntad del pueblo español -expresada a través de la necesaria autorización de las Cortes Generales- y por "la capacidad de despliegue" de las Fuerzas Armadas, que la OTAN cifra en un 8 por ciento del total, lo que supone unos 7.700 militares.