De esta manera, Vettel, ganador y dominador absoluto en el circuito de Yeongam el año pasado, pasa a liderar el Mundial con 215 puntos, por los 209 de Alonso, a falta de sólo cuatro Grandes Premios. Con las carreras de La India, Abu Dabi, Estados Unidos y Brasil por delante, el asturiano deberá apretar si quiere conseguir su tercer cetro mundial, el primero con la escudería italiana.  

  Alonso salió a atacar desde el inicio; desde la parte sucia de la pista, el asturiano se cruzaba por dentro y adelantaba al británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) en la primera curva. Por delante, Webber dejaba pasar a su compañero Vettel, que iniciaba su dictadura en territorio coreano.  

  El británico Jenson Button (McLaren-Mercedes), primer monoplaza de la parrilla -undécimo- que no había apostado por los superblandos, se vio obligado a abandonar en la tercera vuelta después de un choque con el japonés Kamui Kobayashi (Sauber), también fuera de carrera después de cumplir un "drive through". Mientras, el alemán Nico Rosberg (Mercedes) decía adiós y evitaba la entrada del coche de seguridad echándose a un lado.  

  Ajeno a todo, Vettel se iba distanciando poco a poco a golpe de vueltas rápidas, con cuatro segundos de ventaja sobre el piloto de Ferrari. Fue a partir de la vuelta 12, con los ritmos de rodaje estabilizados, cuando Alonso se fue acercando a Webber, que rodaba más lento. Hamilton era ya un quebradero de cabeza menos para el bicampeón mundial.   

 Dos vueltas después empezaba el movimiento en "boxes". Mientras Vettel y Alonso seguían rodando, Hamilton, Webber, el brasileño Felipe Massa (Ferrari) o el finlandés Kimi Räikkönen (Lotus) iniciaban su estrategia realizando la primera parada. En la vuelta 18, los dos principales aspirantes al Mundial protagonizaban dos "pit stops" rapidísimos, tanto que el español lograba salir por delante de Hamilton, que ya rodaba con gomas nuevas.  

  Sin embargo, la carrera terminaba para el español Pedro Martínez de la Rosa (HRT), al que los problemas con el DRS le obligaban a abandonar la prueba. Al tiempo que el catalán se retiraba, Massa lograba emparejarse con Hamilton, que empezó a evidenciar problemas en sus neumáticos, y adelantarle para ponerse cuarto de la carrera. Tampoco Räikkönen, poco después, tuvo problemas para superarle. El brasileño, por su parte, lograba marcar la vuelta rápida.

   En la lucha por los primeros puestos, Alonso se dejaba tiempo y rodaba más lento que el alemán en cada sector. Ferrari apostó entonces por intentar adelantar a Webber con una parada rápida, pero los mecánicos del australiano estuvieron atentos y ordenaron la entrada en "boxes" antes para neutralizar el ataque en pista. Mientras, Vettel volaba y aventajaba en ocho segundos a su compañero y en diez a Alonso.

   Nada cambió de aquí al final, en lo que lo más destacado fue una apasionante lucha por los puntos en la que el francés Romain Grosjean (Lotus) adelantaba al alemán Nico Hulkenberg (Force India) de manera magistral, que después le devolvía la pasada. Un trozo de alfombra adosado en una de las ruedas delanteras de Hamilton pudo marcar el final de la carrera, aunque no tuvo mayores consecuencias. Massa finalizaba cuarto la prueba, seguido de Räikkönen, Hulkenberg y Grosjean.