"El diálogo interreligioso es tanto más necesario cuanto más difícil es la situación. No hay otro camino. El diálogo basado en una actitud de apertura, en la verdad y el amor, es también el mejor antídoto contra la tentación del fundamentalismo religioso, que es una amenaza para los creyentes de todas las religiones", ha exclamado el Pontífice.

   En una carta firmada de su puño y letra -fechada el 21 de diciembre de 2014, cuarto domingo de Adviento- el Papa ha hablado específicamente de un empeoramiento de la situación en Oriente Próximo por culpa "especialmente de la actividad de una reciente y preocupante organización terrorista, de unas dimensiones nunca antes vistas, que comete todo tipo de abusos y prácticas inhumanas, golpeando especialmente a aquellos de vosotros que han sido brutalmente expulsados de sus tierras, en las que los cristianos están presentes desde la época apostólica".

   Además, muestra su deseo de visitar a las comunidades de cristianos en Oriente Próximo. "Realmente espero tener la gracia de ir en persona a visitaros y confortaros", ha escrito.

   Asimismo ha condenado el tráfico de armas y ha pedido a la Comunidad Internacional que promueva "la paz a través de la negociación y la actividad diplomática, tratando de atajar y detener cuanto antes la violencia que ya ha causado demasiado daño".

   "Queridos hermanas y hermanos cristianos de Oriente Próximo, tenéis una gran responsabilidad y no estáis solos frente a ella. Por eso he querido escribiros para animaros y para deciros lo valiosa que es vuestra presencia y vuestra misión en esta tierra bendecida por el Señor. Vuestro testimonio me hace mucho bien", ha exclamado.

   El Papa ha recordado su peregrinación a Tierra Santa y el posterior encuentro de oración en el Vaticano con los presidentes israelí y palestino, y ha pedido que se incremente "la asistencia humanitaria "sin anteponer otros intereses" y que toda la Iglesia y la Comunidad internacional sean cada vez "más conscientes" de la importancia de los cristianos en la Región.

   "Necesitamos en cambio proyectos e iniciativas de paz, para promover una solución global a los problemas de la Región. ¿Hasta cuándo tendrá que seguir sufriendo Oriente Próximo por la falta de paz? No podemos resignarnos a los conflictos como si no fuera posible un cambio", ha expresado.
EL ISLAM ES UNA RELIGIÓN DE PAZ

   En su misiva, el Papa pide a los cristianos de Oriente Próximo que ayuden a sus conciudadanos musulmanes "a presentar con discernimiento una imagen más auténtica del Islam, como quieren muchos de ellos, que repiten que el Islam es una religión de paz, que se puede armonizar con el respeto de los derechos humanos y favorecer la convivencia de todos". "Será algo bueno para ellos y para toda la sociedad", ha comentado Francisco.

   Asimismo, el Pontífice manifiesta su "alegría" por las buenas relaciones y la cooperación entre los Patriarcas de las Iglesias orientales católicas y los Ortodoxos, así como entre los fieles de las diversas Iglesias. "El sufrimiento que padecen los cristianos constituye una aportación inestimable a la causa de la unidad. Se trata del ecumenismo de la sangre, que requiere abandonarse con confianza a la acción del Espíritu Santo", agrega.

   El Papa ha pedido a los cristianos de Oriente Próximo que den "siempre testimonio de Jesús en medio de las dificultades" y les ha agradecido su "perseverancia". "Sois un pequeño rebaño, pero con una gran responsabilidad en la tierra en que nació y se extendió el cristianismo. Sois como la levadura en la masa. Antes que cualquiera de las actividades de la Iglesia en el ámbito de educativo, sanitario o asistencial, tan valoradas por todos, la mayor riqueza para la región son los cristianos, sois vosotros", alienta.

   El Papa, que también se ha referido en el documento a otros grupos religiosos y étnicos que sufren también la persecución y las consecuencias de estos conflictos en Oriente Próximo, ha expresado su "cercanía y solidaridad, así como la de la Iglesia", y ha hecho un llamamiento "al compromiso de todos nosotros, con la oración y todo tipo de iniciativas".

   "Pienso especialmente en los niños, las madres, los ancianos, los desplazados y refugiados, los que pasan hambre, los que tienen que soportar la dureza del invierno sin un techo bajo el que protegerse", ha comentado el Papa.

   Por ello, lamenta que para ellos "las notas de los villancicos estarán mezcladas con lágrimas y suspiros" y pide que permanezcan "unidos a Cristo". "La situación en que vivís es una fuerte llamada a la santidad de vida, como así lo han atestiguado los santos y mártires de diversa pertenencia eclesial. Recuerdo con afecto y veneración a los Pastores y fieles a los que en los últimos tiempos se les ha pedido el sacrificio de la vida, a menudo por el mero hecho de ser cristianos. También pienso en las personas secuestradas, entre las cuales se encuentran algunos obispos ortodoxos y sacerdotes de diversos ritos. ¡Ojalá puedan volver pronto sanos y salvos a sus casas y comunidades!", concluye el Papa.