A la celebración han asistido los representantes de las confesiones cristianas de Roma, así como una delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana de Alemania, que este lunes participaron en un encuentro ecuménico presidido por el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch.   

El Papa ha afirmado en su homilía que "el movimiento ecuménico" ha dado "pasos significativos" que han hecho posible el consenso "sobre los más variados puntos" y que ha desarrollado entre las iglesias cristianas "un respeto recíproco" y una "colaboración concreta frente a los desafíos del mundo contemporáneo".   

Sin embargo, el Papa ha reconocido que la Iglesia "está todavía lejos de conseguir la unidad por la que Cristo ha rezado", que se encuentra reflejada "en la primera comunidad de Jerusalén".   

El Pontífice sostiene que el lema de este año, Unidos en la enseñanza de los Apóstoles, en la comunión, al partir el pan y en la oración, invita a los cristianos a renovar "el empeño para restablecer la plena unidad" al mismo tiempo que permite meditar sobre "el modelo de vida de los primeros discípulos de Cristo reunidos en Jerusalén".

   En opinión del Pontífice, la primera comunidad cristiana no estaba "fundada en un pacto entre sus miembros" ni compartían "un simple proyecto o ideal" sino que se apoyaba "en la comunión profunda con Dios" y en el encuentro "con Cristo muerto y resucitado".   

El Papa ha subrayado que "la búsqueda de la unidad entre los cristianos divididos" no puede "reducirse a un reconocimiento de las recíprocas diferencias o a conseguir una pacífica convivencia", sino que se realiza en "la confesión de una misma fe, en la comunión de la celebración del culto divino y en la fraterna concordia de la familia de Dios".

   Por otra parte, el Papa ha declarado que "la enseñanza de los Apóstoles, la comunión fraterna, la partición del pan y la oración" son los trazos "esenciales" de todas las comunidades cristianas "de todo tiempo y lugar" y representan "las dimensiones fundamentales de la unidad del Cuerpo visible de la Iglesia".  

  Benedicto XVI ha recordado que la Iglesia tiene el deber de continuar "con pasión" en el camino del ecumenismo "con un diálogo serio y riguroso para profundizar en el común patrimonio teológico, litúrgico y espiritual".

   Por último, Benedicto XVI ha afirmado que la Iglesia no puede ser "una comunidad cerrada en sí misma" sino "católica, universal y capaz de abrazar a personas de lenguas y culturas diferentes" y ha señalado que "el Espíritu Santo es el principio de la Unidad de la Iglesia" que hace "a los creyentes una sola cosa".