Esta encuesta, la primera que se presenta desde el nombramiento del nuevo presidente del CIS, Ramón Ramos, se basa en 2.473 entrevistas personales y domiciliarias realizadas entre 237 municipios y 48 provincias entre el 3 y el 13 de septiembre, y tiene un margen de error de más/menos dos por ciento.  

  En concreto, el desempleo es citado como una preocupación en el 78,4 por ciento de las respuestas, mientras que los problemas económicos en general alcanzan el 48,2 por ciento. Respecto al barómetro anterior, realizado en el mes de julio, la inquietud por el desempleo sube ligeramente, pero sin llegar a las cifras de marzo cuando se anotó un 82,9 por ciento, el porcentaje más alto en la última década.

MEJORA LEVEMENTE LA PERCEPCIÓN DE LA CRISIS   

Por su parte, la inquietud que genera la economía en general baja tres puntos respecto a julio y se coloca en un porcentaje similar al de hace justo un año, cuando se situó en el 48,4. El récord del año se produjo el pasado mes de junio cuando la preocupación por los problemas económicos rozó el 53 por ciento.   

El CIS también pregunta a los encuestados por la situación económica en general. En esta ocasión un 70,3 por ciento la juzga como mala o muy mala --cuatro puntos menos que hace dos meses--frente al 3 por ciento que considera que es buena o muy buena.   

Con la vista puesta en septiembre de 2011, el 18,4 prevé que la situación económica será mejor, mientras que el 28,8 está convencido de que la economía estará aún peor para esa fecha, dos puntos menos que hace dos meses.   

Como es habitual, muy lejos de los dos principales problemas nacionales aparecen el resto de los tradicionales, pero ninguno de ellos llega al 20 por ciento de menciones. Así, en el tercer lugar de la lista vuelven a figurar la clase política y los partidos, con el 19,8 por ciento de menciones, bajando dos puntos respecto al sondeo anterior.

LA SITUACIÓN POLÍTICA, TAMBIÉN MALA   

La clase política y los partidos vienen ocupando el tercer lugar como problema de España desde febrero de este año, cuando lograron el 16,8 por ciento. En los últimos cuatro meses esa cifra fue creciendo levemente, con un 19,4 por ciento en abril; 18,8 en mayo; 20,7 en junio y 21,7 por ciento en julio, pero ahora ha decrecido.   

El apartado dedicado al gobierno, los políticos y los partidos se anotó en septiembre un 5,3 por ciento de contestaciones, un punto menos que hace dos meses. Sin embargo, ha subido levemente la preocupación por la corrupción y el fraude, situándose en el 3,1 por ciento.   

Paralelamente, el 63,3 por ciento de los encuestados juzgan la situación política como mala o muy mala, y sólo el 3,2 por ciento la considera buena o muy buena. El 10,5 por ciento augura que mejorará en los próximos doce meses, pero más del doble (22,5 por ciento) teme que en septiembre de 2011 esté peor. 

MÁS PREOCUPADOS POR LA INMIGRACIÓN  

  La lista de problemas nacionales se completa con la inmigración, citada en el 15,4 por ciento de respuestas, que repite en cuatro puesto y sube tres puntos respecto a julio, en medio del debate sobre la expulsión de gitanos rumanos de Francia.   

El quinto lugar fue en septiembre para el terrorismo, que sube 3,5 puntos respecto a julio y reúne el 9 por ciento de respuestas, coincidiendo con el comunicado que ETA remitió el 4 de septiembre a la televisión pública británica recordando que llevaba seis meses sin matar. La inseguridad ciudadana, con un 7,5 por ciento, y la vivienda, con el 6 por ciento, figuran como sexto y séptimo problema, respectivamente.

   Respecto a los problemas que afectan más personalmente a los encuestados, el paro sigue en primer lugar (41,8 por ciento), seguido muy de cerca por los problemas económicos (39,3 por ciento), y ya a mucha más distancia por las pensiones (6,9 por ciento) y de nuevo la clase política y los partidos (6,7 por ciento).