En una comparecencia ante los medios de comunicación, celebrada en la sede de Sabin Etxea de Bilbao, Urkullu ha leído un comunicado de la Ejecutiva Nacional del PNV, tras su reunión de este lunes, en el que afirma que "la sociedad vasca no debe nada a ETA", mientras que la banda "debe a este pueblo la paz".   

Tras insistir en que el comunicado del domingo de ETA no es el que la sociedad vasca "esperaba y sigue esperando", ha apuntado que, con "su prosa confusa", la organización terrorista "esconde su incapacidad para asumir su rotundo fracaso".   

En este sentido, ha asegurado que la banda "hace mucho ya que sabe" que el pueblo vasco, "al que pretende defender, le ha dado rotundamente la espalda", y ha apuntado que su decisión de suspender los atentados "supone un paso que precisa, para ser creíble, del abandono definitivo de la violencia".  

  El líder jeltzale ha subrayado que la ciudadanía vasca, "sobre todo aquellos que sufren la amenaza directa de ETA, habrá experimentado alivio, pero no es de recibo jugar con la ambigüedad que provoca tal pronunciamiento y obviar el riesgo y la interpretación que, en sentido contrario, supone el mismo". "Esta ilusión no debe verse truncada, como en anteriores ocasiones", ha aseverado.

CESE TOTAL

   Iñigo Urkullu ha exigido a la banda "el cese total de su actividad, por lo tanto de las acciones ofensivas, como de las labores de información sobre posibles objetivos, tareas de aprovisionamiento, cartas de extorsión, amenazas y violencia callejera".

   En este sentido, ha señalado que la autodenominada izquierda abertzale "tiene ahora la oportunidad de poner en práctica, en un pronunciamiento ante ETA, las reflexiones que lleva transmitiendo a la sociedad vasca y a los diversos agentes durante el último año y convertir en irreversible la interpretación, por los demás, de su apuesta por las vías políticas y democráticas".  

  Por último, ha rechazado "absolutamente la vuelta atrás de la Declaración de Anoeta, pronunciada por la propia autodenominada izquierda abertzale, y ha manifestado a ETA que no admite "ninguna pretensión de tutela política".   

"El futuro de Euskadi debe estar exclusivamente en manos de la sociedad vasca y de sus representantes elegidos democráticamente. Es un camino en el que pueden y deben participar todas las sensibilidades ideológicas. PNV ofrece sus disposición a trabajar con todas ellas en el objetivo de una Euskadi en paz y en libertad", ha concluido.