Causa estupor comprobar los dineros percibidos por la muchachada de Liberbank,  y eso sólo es la punta del iceberg de la política antisocial que ha conducido a 122.000 parados en Asturias, a un 30% de la población en los umbrales de la pobreza y a unos impuestos confiscatorios sobre los asturianos.

       Pero todo ello tiene más implicaciones; la amistad intima entre los causantes de este desastre y el lobby del Sistema asturiano, han producido el hecho de que las Instituciones estuviesen desaparecidas en combate, como si de la conocida película se tratará, eso sí en versión española y subvencionada, ya que el nuevo “Chuk Norris”  tenía que eliminar a los muertos civiles asturianos, como a lo largo de muchas décadas el sistema financiero negó créditos a las voces libres de España, paradigma del mismo es el caso de la revista SP, más tarde repetido en el Álcazar.

       Y, los “pobres” depositantes engañados con la deuda subordinada, a entrar de accionistas en el nuevo y diabólico engendro, para subvencionar la película de terror en que se ha convertido la política asturiana.

       Dice un querido amigo, buen filósofo del derecho y mejor persona, que los jueces deberían ver cine, argumento con el que discrepamos totalmente, los jueces tienen que ver los hechos de la realidad y juzgar conforme a las normas vigentes, pues aquí de películas estamos hartos, la penúltima “ El llanto del sindicalista vendido” y la última “ Un delegado del Gobierno a la búsqueda de la dinamita perdida con freno y marcha atrás”, sin saber que se está rodando “La directora cambia de actores”.

       Es axioma en la ecuación hispánica de los últimos tres siglos la existencia de la trescientas familias, tema muy estudiado, pero aquí en esta Asturias, roja, dinamitera y protegida en la actualidad por la boina de Gabino  (una pena que debajo de la boina no quede ni pelo), a pesar de las subvenciones millonarias, como los salarios en el engendro de la lógica difusa o en la búsqueda de la naturaleza del “acto administrativo”, nadie ha plasmado en un estudio que ciertas familias  o dinastías, están en todos los chiringuitos públicos percibiendo una soldada inversamente proporcional a su preparación intelectual, es decir una millonada, habrá que publicarlo bajo el título “ La escopeta asturiana”, o si quieren “Patrimonio Asturiano”.

       Lo que decía Pérez de las Clotas, citado por García de Tuñón: “es curioso que entre los alcaldes de Oviedo difícilmente hubo uno falangista”, eran, casi todos, de la gran familia, esa que otros llaman la casta, y allá por nuestras antiguas posesiones la cosa Nostra, empresa muy productiva y que sigue dando fuertes beneficios. Es un problema de conceptos sobre economía financiera, los falangistas, aquellos ilusos del Estado sindical, querían que los beneficios de las cajas de ahorro fueran para obras sociales,  el actual establishment asturiano cree que la mejor obra social son ellos, que por supuesto se lo merecen todo, como hemos comprobado en nuestra caja, la de ellos, la de la casta.

       A estas horas, como dice D. Federico, todavía no ha dimitido el señor Moliner, nos sumamos a la petición de dimisión y que incluya en la misma a la señora o señorita Bravo, por nosotros pueden estar tranquilos no vamos a utilizar nuestra libertad para hacerles un “escrache”,  sólo exigimos y queremos que se cumpla la ley. Además no hace falta, la directora de la película ha decidido cambiar de protagonistas, pues ya saben que está rodando “El “Principado” perdido”, y habrá muchos que antes de finalizar el año recuerden los versos del romance: ¡Desdichada fue la hora/ desdichado fue aquel día/ en que nací y heredé/ la tan grande señoría/ pues lo había de perder/ todo junto en un día/

       En marcha los motores, empieza a clarear.

       Togas y Dignidad