En su discurso con motivo del almuerzo en honor del mandatario costarricense celebrado en el Palacio Real, Don Felipe ha resaltado que los dos países comparten "profundos valores democráticos, de libertad, de respeto a los Derechos Humanos y a un orden internacional pacífico, multilateral y basado en reglas", de ahí que ambos hayan condenado la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

"España se reconoce en la defensa de las instituciones democráticas y el Estado de derecho que hace Costa Rica", ha asegurado el monarca, subrayando que es un "sólido aliado" con el que existen "profundos lazos".

En este sentido, ha manifestado la voluntad de "seguir apoyando activamente a la región centroamericana en la respuesta a los importantes desafíos que aborda" partiendo de la base de que "la cooperación entre los países centroamericanos y una mayor integración regional son las mejores vías para lograr nuevos éxitos en esta dirección".

El Rey se ha felicitado en este punto de la iniciativa lanzada junto a Panamá y República Dominicana de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, que ha considerado "una apuesta fiable y pragmática frente a esos retos".

ACOMPAÑANDO LA INTEGRACIÓN

"España va a seguir acompañando los procesos de fortalecimiento institucional, el desarrollo socioeconómico, así como la integración regional, continuando con lo que hemos hecho en las últimas décadas", ha prometido el monarca, que también ha asegurado que España buscará "reubicar a Iberoamérica en la agenda de prioridades de la UE" con motivo de su presidencia de turno en el segundo semestre de 2023.

Don Felipe ha tenido palabras de elogio para la labor realizada por Alvarado en sus cuatro años de mandato, destacando que "ha puesto sobre la mesa los grandes desafíos para la región, entre los que destaca el necesario apoyo a los países de renta media, un planteamiento que cuenta con el respaldo de España".

"También ha demostrado un destacado liderazgo internacional en el ámbito de la defensa del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, la protección de los océanos, y la transición ecológica", ha añadido, celebrando igualmente su "importante papel en el fortalecimiento de la sanidad y la educación, así como en la lucha contra la pobreza".

"No sólo tenemos una visión compartida del mundo, sino que la expresamos en una lengua común", ha resaltado Felipe VI, que ha reivindicado que españoles y costarricenses "somos afortunados herederos de un legado histórico, cultural y lingüístico que merece toda nuestra protección y cuidado".

Por último, ha apostado por "seguir avanzando en mejorar colectivamente, aprovechando el talento, la inteligencia y la sensibilidad de nuestros pueblos, en tantas oportunidades que surgen y seguirán surgiendo" en el seno de la Comunidad Iberoamericana.

AGRADECIMIENTO A ESPAÑA

Por su parte, Alvarado ha aprovechado para agradecer a España que sea el primer donante de vacunas contra la COVID-19 a su país y que fuera el primero en apoyar y en aportar una tecnología concreta al Repositorio de Tecnologías Abiertas que lanzó Costa Rica con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, se ha mostrado agradecido por la presencia de empresas españolas en Costa Rica y su impacto en el "desarrollo social" del país, principalmente en los sectores de las infraescturas y el turismo, al tiempo que ha "llamado la atención de una nueva industria, la producción de hidrógeno verde" en un país donde el 99,5 por ciento de la energía es limpia y renovable.

Como anécdota, el presidente costarricense, que ha elogiado el "sentido del humor y la buena memoria" del Rey, ha reconocido que nunca pensó en "estar en una mesa así y estar con integrantes de los Héroes del Silencio", por la presencia entre los invitados de Joaquín Cardiel, bajista del grupo. Según ha señalado, se trata de "un sueño de adolescencia".

Al almuerzo también han asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la de Comercio, Reyes Maroto, y el de Inclusión, José Luis Escribá, así como el presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Lesmes, el de la CEOE, Antonio Garamendi, y el de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, entre otros.

En total, han sido algo menos de un centenar de invitados que nuevamente se han sentado en torno a la mesa imperial que tradicionalmente se usa en este tipo de actos y que se recuperó en noviembre con el almuerzo al presidente de Italia, Sergio Mattarella, ya que durante la pandemia se recurrió a mesas más pequeñas.

Además, por primera vez en una ceremonia en el Palacio Real los Reyes han vuelto a estrechar las manos a los invitados, como ya han venido realizando en sus últimos actos públicos. Desde el inicio de la pandemia, el saludo se había limitado a una reverencia o a llevarse la mano al pecho.