El choque ha despertado una gran expectación en la afición argentina y en la AFA y se asegura que el espectacular escenario del encuentro estará repleto de público, a juzgar por la demanda de entradas en los primeros días que estuvieron a la venta. Los hinchas llenarán el mítico estadio de River Plate para ver un choque en el que esperan recuperar la fe en su selección.  

  Y es que el partido frente a España será la primera toma de contacto seria del equipo después de la decepción de Sudáfrica, donde cayeron con estrépito ante Alemania en los cuartos de final. Desde entonces, los acontecimientos se sucedieron con la sonada salida de Diego Armando Maradona y las nuevas dudas sobre el juego albiceleste.

   En el polo opuesto se encuentra España. Asentada en el buen fútbol y con la inercia ganadora de los campeones, llega al choque en uno de sus mejores momentos y, aunque se trata de un amistoso, con la responsabilidad de jugar en una de las catedrales del fútbol sudamericano y ante uno de los históricos.

   El seleccionador nacional Vicente del Bosque prepara cambios en el equipo respecto al encuentro ante Liechtenstein y rotará a sus jugadores, que han generado una gran expectación desde su llegada a Argentina.

   Así, el salmantino parece que dará la titularidad a Pepe Reina en lugar de Iker Casillas, y que Víctor Valdés también tendrá minutos, mientras que en defensa, Sergio Ramos podría pasar al centro junto a Gerard Piqué, dejando a Álvaro Arbeloa su sitio en el lateral derecho, aunque Marchena, titular el pasado viernes también tiene opciones.

El sevillista Jesús Navas, que debutó internacionalmente ante Argentina, también se perfila en el once en lugar del Guaje, mientras que Cesc podría relevar a Xavi.

   El horizonte sobre el estilo de juego parece estar despejado para los argentinos que ya apuestan claramente por imitar el fútbol que llevó a España a ser campeona de Europa y del mundo, y tendrán la primera oportunidad de poner en práctica el cambio ante los de Del Bosque, que no entienden de amistosos y querrán sumar una victoria de prestigio.

BATISTA Y MESSI SE EXAMINAN.   

Para ello, la albiceleste necesita la mejor versión de Leo Messi, cuya presencia es capaz de igualar cualquier cuestión sobre el potencial de ambos combinados, y cuya capacidad para ser el líder del equipo se ha puesto en cuestión tras el Mundial.

Además, tratará de incomodar con su presión y su agresividad la circulación de balón de los españoles, para luego intentar aprovechar la dinamita con la que cuenta arriba.

   En el recuerdo, queda el choque del año pasado en el Vicente Calderón, donde el equipo entonces dirigido por Maradona cayó por 2-1 y prefirió el juego duro al combinativo para frenar a España. Ahora, es el turno de Sergio Batista, que llevó precisamente a Messi, Di María, Mascherano o al Kun a proclamarse campeones olímpicos en 2008, y que aspira a quedarse en un cargo que ocupa de forma interina.

   Por ello, gran parte de sus opciones pasarán por la imagen ofrecida ante la campeona de Europa. El ex jugador ha renovado un tanto el equipo, y destaca sobre todo que al grupo que estuvo en el Mundial ha unido dos de las grandes ausencias de Sudáfrica, los interistas Javier Zanetti y Esteban Cambiasso.

   El deseo de ganarle al actual campeón ha disparado el ánimo de los argentino, y desde la AFA pronostican que la recaudación del amistoso podría ser la mayor en toda su historia (1,5 millones de euros), a pesar de que el precio de las entradas es inaccesible para gran parte de la población.