Las chicas de José Ignacio Hernández, conscientes de la superioridad física y táctica de las estadounidenses, afrontaron la semifinal con la idea de aguantar el ritmo de las americanas y con la cabeza puesta en que su partido más importante no era frente a las de Geno Auriemma, sino frente a Bielorrusia en la lucha por el bronce en este Mundial.

   La velocidad que imprimían al juego las estadounidenses fue muy superior a lo visto en el resto de selecciones del campeonato. Tamika Cutchings y compañía no agotaban más de diez segundos de posesión en cada ataque, mientras las españolas tenían problemas en la circulación del balón. Al final del primer cuarto, ya se había abierto una brecha de 13 puntos a favor de las estadounidenses (29-16).  

  En el primer tiempo, España no bajó los brazos y, aunque poco acertada en el contraataque, ofreció una buena defensa que, eso sí, no impidió a las americanas marcharse con 24 puntos por encima al descanso (58-34). Cutchings y Fowles ya sumaban 9 puntos cada una, mientras la máxima anotadora española era Marta Fernández, con 8 puntos.

   El susto de la primera parte, además, lo dio Amaya Valdemoro que, en un salto, se hizo daño en el tobillo y tuvo que marcharse al banco dolorida. Valdemoro se probó y fue capaz incluso de saltar a la pista en los dos últimos minutos de esos primeros compases.

   En la segunda parte, las americanas aumentaron aún más el ritmo y en cada jugada demostraban por qué la WNBA está muy por encima del resto de ligas de baloncesto femenino. A un triple de Nuria Martínez dio respuesta Taurasi con otra canasta de tres. Con esa réplica, USA amplió diferencias hasta ponerse 30 puntos por delante y, a partir de ahí, la ventaja no hizo más que aumentar.

   España no se rendía en su afán por defenderse y aguantó como pudo las acometidas estadounidenses, que llegaron a poner la máxima diferencia del encuentro: 39 tantos (99-60), una distancia que mantuvieron incluso al superar la barrera de los cien puntos (106-67).  

  España quiso dejar una buena imagen en los últimos minutos del encuentro, en los que destacó la culminación de una muy buena jugada de Laia Palau o varios triples de Nuria Martínez.    No pudo hacer más España, a la que ahora le toca luchar por el bronce ante Bielorrusia este domingo a las 17.30 horas. Para ello, podría contar con Sancho Lytlle, lesionada para la semifinal, y también con Amaya Valdemoro que, pese al susto inicial con su tobillo, continuó el encuentro sin mayores problemas. Por primera vez en la historia, las españolas disputarán una medalla en un mundial de baloncesto femenino.