Asociaciones de estudiantes y profesores convocaron para este martes un nuevo paro nacional de actividades en Chile para exigir al Gobierno de Sebastián Piñera una reforma en el sistema educativo. La huelga estará acompañada de una marcha --que aún no ha sido autorizada-- y de un "cacerolazo".   

 A diferencia de las manifestaciones anteriores, en esta oportunidad los estudiantes y profesores contarán con el apoyo de los trabajadores del sector del cobre. Chile es el principal productor mundial de ese metal y todavía se recupera de la huelga de una semana que paralizó las actividades en el mayor yacimiento del planeta.  

  "Este movimiento social, político y también cultural creemos que está dando pasos gigantes para recuperar la educación para Chile", ha asegurado este lunes Cristián Cuevas, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre.   

"Ojalá la movilización de mañana (martes) sea la expresión más grande de la demanda social y de la expresión popular de adhesión a la convocatoria de los estudiantes y trabajadores de la educación de Chile", ha expresado.

    La Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) y el Colegio de Profesores iniciarán este martes a las 10.30 horas (16.30 horas en la España peninsular) la marcha en Santiago desde la Plaza Italia hacia plaza Los Héroes, aun cuando el Ministerio del Interior no ha otorgado los permisos pertinentes. A las 21.30 horas (03.30 horas) está previsto otro gran "cacerolazo" contra el Gobierno.   

 "Esta manifestación es una demostración del apoyo que tiene nuestra demanda en la ciudadanía en general, pero también un emplazamiento al Gobierno a que pueda entrar en razón y pueda dar una respuesta por fin favorable a las demandas que ha levantado nuestro movimiento y se demuestre que hay democracia en Chile", ha indicado Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).    Vallejo ha hecho un llamamiento al titular del Interior, Rodrigo Hinzpeter, para que autorice la marcha de este martes y así evitar los incidentes registrados el pasado jueves, cuando estudiantes y profesores salieron a las calles y fueron reprimidos por la Policía, lo que dejó un saldo de 874 detenidos y 90 efectivos heridos.  

  Las manifestaciones tendrán lugar en varias ciudades de Chile, según ha anunciado el portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Freddy Fuentes, con el objetivo de que el Gobierno de Piñera pueda ver el "descontento" de los ciudadanos que "está pidiendo a gritos una educación pública".   

 "Llamamos a mantener el carácter pacífico y la originalidad de este movimiento, y que así quede plasmada la verdadera intención nuestra, que no es perder clases, sino dejar en claro que somos un verdadero movimiento social que está luchando por lo que este país necesita", ha expresado Fuentes.

   La crisis en el sistema educativo comenzó hace casi tres meses cuando estudiantes y profesores iniciaron una serie de manifestaciones para exigir una reforma sustancial en este sector, teniendo como base una educación pública exenta de intereses privados.  

  Piñera ha presentado hasta la fecha dos propuestas que han sido rechazadas por las asociaciones que la semana pasada dieron un plazo de seis días al Ejecutivo para que accediera a sus demandas. Una vez vencido el plazo, decidieron convocar las manifestaciones que se realizarán este martes.

   Las protestas del pasado jueves culminaron con fuertes disturbios que a muchos le hicieron recordar los hechos violentos vividos durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990). La jornada se cerró con un "cacerolazo" en Santiago, un hecho inédito en los poco más de 20 años de democracia chilena.