Sin inclemencias meteorológicas, fue una emocionante jornada de individuales, a la que los americanos llegaron tocados tras el aluvión del domingo, pero en la que reaccionaron para ponérselo difícil a los de Colin Montgomerie, que por encima de los jugadores que sumaron este lunes, coronaron como héroe al norirlandés Graeme McDowell.  

  El británico completó su sensacional año, en el que conquistó el US Open, con la siempre recordada victoria que da el triunfo. En esta ocasión, además, se dio la circunstancia de que fue en el último encuentro, con todo el mundo esperando al devenir, con los europeos necesitando la victoria y sus rivales deseando medio punto tras la demostración de carácter y talento de Rickie Fowler.   

Pero McDowell, con un aluvión de juego en los seis primeros hoyos donde logró tres de ventaja, aguantó la presión por ser el gran protagonista. Su rival, Hunter Mahan intentó presionar y fue recortando poco a poco, situándose a uno tras el 15.  

  Europa dominaba dos puntos vitales, pero el de Edoardo Molinari se había quedado en medio porque Rickie Fowler, la apuesta de Corey Pavin, había dado la razón a su capitán igualando cuatro hoyos de desventaja con temple y con talento, embocando dos putts sensacionales en el 17 y 18 que dejaron en nada todo el trabajo del italiano.  

  Ese medio punto que se escapaba, significaba entonces que a Mahan no le hacía falta ganar, sólo empatar, posibilidad que había aumentado tras su acierto en el 15. Sin embargo, el campeón del US Open emuló a Fowler con un birdie sensacional y con suspense en el 16. El americano no encontró respuesta en el 17 y la victoria europea se certificó.

   Y es que fue un día de sufrimiento donde los de Montgomerie sudaron para defender sus tres puntos de renta tras el gran domingo. Los americanos reaccionaron y sus mejores jugadores dieron la talla, como es el caso de Steve Stricker, que pudo con el inglés Lee Westwood, de los mejores locales, pero que no pudo con el cuarto jugador del mundo, fallando sobre todo en la segunda parte del recorrido.  

  El tres del mundo llegó a ir uno arriba hasta el 12, pero un bogey en éste y el mandar la bola al agua en el siguiente, le condenaron, porque el americano se creció y sentenció con un eagle en el 15 para ganar 2 y 1.

   También sumaron victorias Woods y Mickelson. El primero, pese a ir dos abajo, se deshizo sin problemas por 4 y 3 de Francesco Molinari, dejando para el recuerdo un eagle desde el fairway del 12 y ganando cinco hoyos seguidos con un gran juego, mientras que el de San Diego, que no ha estado a la altura, al menos se consoló con su triunfo sobre Peter Hanson por 4 y 2.

   Sin embargo, falló Jim Furyk, que venía en gran forma, y que se quedó corto en su remontada ante Luke Donald, que mantuvo la calma tras haber ido tres arriba para ganar por uno. Su compatriota Ian Poulter, otro de los jugadores claves, arrolló a Matt Kuchar (5 y 4), mientras que Dustin Johnson hacía lo propio con Martin Kaymer (6 y 4).   

El punto de Donald fue uno de los claves, lo mismo que el 0,5 que sacó el joven Rory McIlroy ante Stewart Cink, frente al que mantuvo un intenso duelo, teniendo el americano un putt, con el que se había mostrado muy fino los primeros días, claro en el 17 para haber cogido ventaja para el 18.

JIMÉNEZ NO DA OPCIONES A WATSON.   

Jeff Overton acababa con Ross Fisher por 3 y 2, y Zach Johnson hacía lo mismo con un triste Padraig Harrington, y los estadounidenses apretaban de cara a los partidos que dominaban los europeos con cierta claridad y que eran los que iban a decidir la victoria, entre ellos el del español Miguel Ángel Jiménez.  

  El malagueño era el primero en cumplir y acaba así con su particular maldición al ganar su primer individual en cuatro participaciones en la Ryder, tras batir con claridad al rookie Bubba Watson.   

El Pisha, que jugó a gran nivel el sábado y el domingo, mantuvo la línea y desarboló a su rival en la segunda parte del recorrido galés. Dos birdies consecutivos en el 8 y el 9 le dieron dos hoyos de ventaja, y otros dos en el 11 y el 15 le dieron el triunfo por 4 y 3 y aire a los locales.  

  Europa mandaba en el marcador y tenía las victorias bien encarriladas de Edoardo Molinari y Graeme McDowell, pero la remontada de Fowler ante el italiano dejaba todo en 13,5-13,5, y con los de Corey Pavin suspirando por Hunter Mahan y el medio punto que les faltaba. McDowell soportó la presión y recuperó para Europa el trofeo.