En una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, González ha dicho que "en principio" tendría que estar en Caracas los días 17, 18, 19 y 20 de mayo. Pero "no es imposible que me impidan seguir defendiéndolo", ha dicho en referencia a Leopoldo López, indicando que podrían impedirle entrar en Venezuela, visitarlo en la cárcel o asistir al juicio oral.

   Sin embargo, ha subrayado que tanto las instancias internacionales como las propias leyes de Venezuela y la Constitución bolivariana "obligan" al Estado venezolano a permitir esa labor de defensa. "No nos hemos tirado a una piscina sin agua, hemos estudiado su ordenamiento jurídico", ha añadido.

   El expresidente ha aclarado que no percibe dinero por esta labor porque no cobra por "defender a presos políticos". Su objetivo, según ha explicado, es defender la libertad de estas personas para expresar sus ideas, aunque no coincidan con las suyas propias, por "convicción democrática", y no emprender una "batalla" contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que tiene "legitimidad de origen" porque salió de las urnas pero le está fallando la "legitimidad de ejercicio".

   A su juicio, en Venezuela debe comenzar un diálogo político, pero en "ausencia de presos políticos". El presidente, Nicolás Maduro, "no entiende que la oposición está para oponerse a sus políticas, que le están yendo muy mal a Venezuela, y que no se la puede criminalizar", ha apuntado.

ACTO EN EL CONGRESO DE EEUU

   González ha señalado que el Congreso de Estados Unidos quiere entregar un premio de Derechos Humanos a López y Ledezma el 14 de mayo y que, puesto que ellos no podrán acudir, lo recogerán sus esposas. Él ha sido invitado al acto, para el que le han pedido que pronuncie unas palabras, algo que, en su opinión, será "tremendo" para el "imaginario del imperio" que describe el Gobierno venezolano.

   Por otro lado, se ha referido a los encuentros que mantuvo recientemente el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con los dirigentes de Cuba y Bolivia, Raúl Castro y Evo Morales, respectivamente, afirmando que esto no se puede entender como que tiene una "agenda paralela" a la del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

   "A mí me produce más preocupación e irritación que todo lo que ha pasado en Cuba en estos últimos meses haya sido con total desconocimiento del Gobierno español", y en las negociaciones entre la Unión Europea y Cuba para el fin del bloqueo a la isla "no sé si estamos en la sala de máquinas", ha indicado.

   En cualquier caso, ha asegurado que cuando Zapatero fue a Cuba no sabía que el presidente le iba a recibir, y ha aventurado que lo que pretendían los hermanos Castro con ese encuentro era "meter el dedo en el ojo" al Gobierno español.