Aquí, en Asturias, uno de Mieres, presidente de la “cofradía” del “Asturias patria querida”. Éste no es liberal como el catalán antiespañol y pedigüeño, dice que es socialista; por lo visto, después del fallecimiento del anterior Jefe del Estado, vio la luz  del socialismo panificador. Así son las cosas, Baltasar, el juez condenado por prevaricación no lo confundan con el de la cena, no se había enterado de la llorada defunción, pero nuestro mierense fue tocado por el rayo de la “revelación” socialista, proletaria y con corbata, dispuesto como hermano mayor de la citada “cofradía”  a ser el anfitrión de la cena de Baltasar, el otro, no el prevaricador.       

   Es curioso, lo de los socialistas con la corbata. Paco Alamán nos diría que los “rojos no llevaban sombrero”, pero es que los socialistas de Mieres tampoco. Recordemos al ilustre e iluminado  Juan Pablo García Álvarez, que llegó a ser “Soberano Gran Comendador” del Supremo Consejo de Grado 33, del rito masónico denominado “Rito escocés antiguo y aceptado” y de los grandes y anómalos  negocios a costa de los asturianos, que se empeñó en llevar corbata, socialista pero con corbata, y era comúnmente conocido por socialistas, comunistas, anarquistas, falangistas, tradicionalistas y de derechas varios como Juan Pablo “señorita”. Al final, claro está, salió por pies de  un pueblo tan “incorrecto”, un socialista no puede llevar sombrero, ni corbata, un socialista, aunque sea un abuelote, tiene  que estar en las barricadas, con encapuchados, quemando neumáticos y cortando el tráfico, y por supuesto sin corbata; el “sindicalista” sin corbata y el delegado del gobierno tocando la gaita, eso sí con boina, capada, pero boina autóctona.      

    El padre Ángel, desde este medio, pide al nuevo presidente autonómico que “tenga muy presente a los que sufren, a los que no tienen respaldo, a los que necesitan justicia, paz y defensa”.           

    Justicia, paz y defensa que el régimen político que representa D Javier, ha negado a cientos de miles de asturianos, mientras con un silencio cómplice, culpable y encubridor se han despilfarrado y en algunos casos saqueado las arcas públicas.      

    Volvamos a Mieres, en nuestra Villa la tasa de paro y el índice de pobreza alcanzan cotas que atentan contra la dignidad humana, mientras el establishment asturiano sigue tocando la gaita, bebiendo ribera del Duero, paladeando jamones ibéricos y con viajecitos subvencionados, patrocinados como alguno afirmó, ejemplo del nuevo socialismo patrocinado por capital privado y nacionalizando  las pérdidas de esas empresas patrocinadoras a costa de nuestros impuestos, ya lo afirmaba Jardiel, junto al lujo el mal olor.      

   Al final, entre tanta corbata, sombrero, pasamontañas y boinas capadas perdieron todos la cabeza, lo que no olvidaron fue el gusto por lo ajeno, y por supuesto, en la política tras lo visible, nuestra casta  sigue tutelada, por los de siempre, y como ellos saldrán por pies y esperemos que sin el oro del Banco de España, pues ya no hay reservas en oro, ni Banco Central, sólo existe un agujero tan negro y vacío como las cuentas catalanas.        

  Acaba el festín, se cierra la taberna y esperemos que esta semana la boina no esté capada, los mierenses sabemos defender nuestra libertad.