La organización está prestando un servicio gratuito a familias vulnerables, ante la dificultad de que las mismas puedan cumplir con sus obligaciones tributarias debido a que este colectivo en riesgo carece de conocimiento y herramientas suficientes para poder cumplir con esta obligación.

"Desde Fundación Madrina recordamos a las administraciones la situación de extrema vulnerabilidad de estas familias objetivo de la Campaña de la Renta y su especial dificultad para sobrevivir durante la pandemia", explican desde la organización.

Fundación Madrina anima a la administración central a reconsiderar esta obligación tributaria de todas estas familias ante la difícil situación por la que atraviesan, informándoles que se agrava para estas familias la situación con su declaración, por culpa de la misma administración que se ha encontrado cerrada hasta ahora, y que incluye para los nuevos contribuyentes cambios de domicilio debido a no poder afrontar los gastos de alquiler, NIE caducados, tarjetas permanentes recientemente renovadas, entre otros.

Asimismo, la organizacion ruega a la Agencia Tributaria la exoneración total del importe de la deuda que deben pagar estas familias debido a que se encuentran en una situación gravemente vulnerable, y que les obligaría a pagar un dinero que no tienen y a un posible embargo de sus cuentas que supondría la quiebra total de estas familias.

En la campaña del IRPF de 2020, deben declarar aquellas familias que hayan tenido más de un pagador durante el ejercicio 2020, y superen los umbrales de renta de 14.000 euros. Asimismo, deben hacer la declaración de la renta todas aquellas familias que hayan recibido el Ingreso Mínimo Vital, aunque no hayan trabajado en algún mes del 2020.

Según la Fundación Madrina, el 100% de las familias contribuyentes que han utilizado su servicio de asesoramiento desconocían la información sobre las desgravaciones autonómicas y nacionales a las que tenían derecho, debido al perfil del contribuyente. Esto hace que de tener que pagar en sus declaraciones, se beneficien de devoluciones o de no pagara Hacienda.

Asimismo, la organización ha alertado de que un 32% de las cartas informativas que ha enviado la Agencia Tributaria a las familias nuevos contribuyentes, no van a llegar a sus destinatarios, ya que se han visto obligados por la pandemia a abandonar precipitadamente sus viviendas y alquilar otras habitaciones o residencias.

El 70% de los borradores enviados a las familias vulnerables por la Agencia Tributaria y revisados por los asesores de Fundación Madrina, no son correctos. El perfil de la población asesorada, confía plenamente en el borrador que les remite la Agencia Tributaria y "lo aceptan sin más, cayendo en pagos no procedentes a la Agencia".

Otro obstáculos apuntado por la fundacion es que un 23% de las familias asesoradas se han visto perjudicadas por una administración cerrada durante la pandemia, a la hora de hacer su declaración de la renta. "NIEs caducados sin citas para renovar, o bien las usuarias que han obtenido su tarjeta de residencia permanente durante la pandemia, no han sido todavía reconocidas por el sistema y no tendrán el PIN necesario y exigido por la Agencia Tributaria para acceder al Borrador de la renta".

Asimismo, a un 37% de la población vulnerable asesorada le sale a devolver o no pagar en su declaración de la renta y el 23% de las familias vulnerables que han consultados a los asesores de la fundación, no deben realizar la declaración, por no llegar a los umbrales de renta exigibles para declarar.

Un 10% de los contribuyentes, han obtenido una devolución promedio de 584 euros, con un máximo de 1.385 euros y mínimo de 330 euros; y un 27% de la población vulnerable contribuyente sale cero euros.

Un 17% de las familias vulnerables que han pedido ayuda para su declaración, deberá afrontar un pago promedio a la Agencia Tributaria de 350 euros, con un máximo de 1.320 euros y mínimo de 98 euros.

Fundación Madrina también ha alertado de que el 29% de estos nuevos contribuyentes con derecho a desgravaciones por alquiler, no podrán acceder a mismas, ya que residen en habitaciones subarrendadas sin posibilidad de hacerse con un contrato de alquiler por la negativa de los arrendadores a legalizar los mismos.