Jueves, 05 de diciembre de 2024
Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana,
Gänswein revela en un libro que se quedó "en shock" cuando Francisco le pidió que se dedicara a cuidar de Benedicto
Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana, titulado 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI' (Piemme). Esta revelación, que se suma a la de este miércoles, en la que decía que Francisco le provocó "dolor en el corazón" al limitar la misa en latín, se publica coincidiendo con el funeral del Papa emérito, lo que ha suscitado perplejidad en la curia, según refleja la prensa italiana.
En el libro, cuyo contenido adelantó este jueves Europa Press, Gänswein cuenta que, a finales de enero de 2020, se convirtió en un "prefecto reducido a la mitad".
Según el testimonio del secretario personal de Benedicto XVI, tras la polémica por el libro del cardenal Sarah, se reunió con Bergoglio y este le dijo: "De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita".
Ante esta indicación, Gänswein confiesa que se quedó "en shock y sin palabras" y dice que, cuando trató de replicar, diciéndole a Francisco que lo había estado haciendo durante siete años y que podía continuar haciéndolo, el Papa le respondió que él seguía siendo prefecto pero que, a partir del día siguiente, no volviese a trabajar.
El secretario personal de Benedicto XVI cuenta que respondió, resignado, que no lo entendía ni lo aceptaba humanamente pero que se adaptaría por "obediencia".
De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: "Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián".
Gänswein también cuenta en el libro que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo "sin excepciones".
Por otra parte, relata un episodio que le hizo sentirse "humillado" cuando, según explica, el Papa Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita el pasado junio de 2014 a la comunidad de San Egidio.
Según Gänswein, el fundador de la organización católica, Andrea Riccardi, le llamó por teléfono por si él o Benedicto XVI tenían algún problema con ellos porque se había extendido este rumor tras su ausencia.
"A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole", señala.
Asimismo, explica que las continuas comparaciones entre el Papa Francisco y Benedicto XVI "siempre han entristecido Ratzinger, sobre todo cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano". Así, pone el ejemplo de la decisión del Papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña de Casa Santa Marta.
Gänswein incide en que la decisión de Francisco no puede atribuirse a una "cuestión de ahorrar dinero", ya que, aunque no viva ningún pontífice, sigue siendo atendido desde el punto de vista de la limpieza y la manutención, sino a la "psicología personal" del propio Bergoglio.
En otro momento del libro, el que fuera su secretario personal revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado.
"Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado", asegura Gänswein.
Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo "sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido".
El arzobispo revela que intentó convencerlo de lo contrario diciéndole que gracias a "la conexión de Internet sería posible estar presente constantemente y en tiempo real".
En todo caso, aclara que la decisión de renunciar fue definitiva e irreversible durante el viaje apostólico a México y Cuba, entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, sobre todo, después de que tropezase con un felpudo mientras estaba en el baño afeitándose cayéndose de espaldas y golpeándose la cabeza con la repisa de la ducha.
Así lo asegura en un libro autobiográfico que saldrá a la venta la próxima semana, titulado 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI' (Piemme). Esta revelación, que se suma a la de este miércoles, en la que decía que Francisco le provocó "dolor en el corazón" al limitar la misa en latín, se publica coincidiendo con el funeral del Papa emérito, lo que ha suscitado perplejidad en la curia, según refleja la prensa italiana.
En el libro, cuyo contenido adelantó este jueves Europa Press, Gänswein cuenta que, a finales de enero de 2020, se convirtió en un "prefecto reducido a la mitad".
Según el testimonio del secretario personal de Benedicto XVI, tras la polémica por el libro del cardenal Sarah, se reunió con Bergoglio y este le dijo: "De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita".
Ante esta indicación, Gänswein confiesa que se quedó "en shock y sin palabras" y dice que, cuando trató de replicar, diciéndole a Francisco que lo había estado haciendo durante siete años y que podía continuar haciéndolo, el Papa le respondió que él seguía siendo prefecto pero que, a partir del día siguiente, no volviese a trabajar.
El secretario personal de Benedicto XVI cuenta que respondió, resignado, que no lo entendía ni lo aceptaba humanamente pero que se adaptaría por "obediencia".
De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: "Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián".
Gänswein también cuenta en el libro que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo "sin excepciones".
Por otra parte, relata un episodio que le hizo sentirse "humillado" cuando, según explica, el Papa Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita el pasado junio de 2014 a la comunidad de San Egidio.
Según Gänswein, el fundador de la organización católica, Andrea Riccardi, le llamó por teléfono por si él o Benedicto XVI tenían algún problema con ellos porque se había extendido este rumor tras su ausencia.
"A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole", señala.
Asimismo, explica que las continuas comparaciones entre el Papa Francisco y Benedicto XVI "siempre han entristecido Ratzinger, sobre todo cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano". Así, pone el ejemplo de la decisión del Papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña de Casa Santa Marta.
Gänswein incide en que la decisión de Francisco no puede atribuirse a una "cuestión de ahorrar dinero", ya que, aunque no viva ningún pontífice, sigue siendo atendido desde el punto de vista de la limpieza y la manutención, sino a la "psicología personal" del propio Bergoglio.
En otro momento del libro, el que fuera su secretario personal revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado.
"Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado", asegura Gänswein.
Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo "sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido".
El arzobispo revela que intentó convencerlo de lo contrario diciéndole que gracias a "la conexión de Internet sería posible estar presente constantemente y en tiempo real".
En todo caso, aclara que la decisión de renunciar fue definitiva e irreversible durante el viaje apostólico a México y Cuba, entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, sobre todo, después de que tropezase con un felpudo mientras estaba en el baño afeitándose cayéndose de espaldas y golpeándose la cabeza con la repisa de la ducha.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna