Miercoles, 27 de noviembre de 2024
aunuqe bolsonara fuese muy malo es imosible que supere en vesania al neomarxismo.
La cnn diputada Amaral no se convierta en apuesta por una gran coalición de la izquierda y el centro derecha para tumbar a Bolsonaro
"Si pudiéramos crear una coalición de partidos de izquierda y centro derecha seríamos más fuertes no solo para derrotar a Bolsonaro, sino también al bolsonarismo", ha valorado para Europa Press quien es la diputada más joven del Congreso brasileño, con tan solo 28 años.
Esa "pérdida de reputación" que ha dejado para ella estos años de Bolsonaro ha provocado un estancamiento en el desarrollo económico y social de Brasil por lo que lo más inmediato es poder elegir a un presidente que "tenga opciones de gobernabilidad porque hay todo un país para reconstruir".
"Dentro del Partido Socialista Brasileño hay muchas visiones distintas", pero "yo apoyo que podamos estar en una coalición más amplia, que tenga un proyecto de país para la educación, para la creación de empleo, incluso antes de debatir los nombres (...). Yo estoy dispuesta a juntarme con personas que piensan distinto, pero que sean demócratas, para evitar que Bolsonaro sea elegido", ha subrayado.
Amaral considera que la situación actual de Brasil es "muy grave", con el país de vuelta a los índices de bajo desarrollo y pobreza de los que había logrado salir hace ya tiempo. Hay veinte millones de personas que "no saben si van a comer todos los días", con un "desempleo altísimo", una política medioambiental "irresponsable" y un retroceso en educación no visto desde hace veinte años.
"Hay que entender la importancia, la gravedad del momento" y trabajar "para lograr una coalición lo más amplia posible y tener un país unido para enfrentarnos a Bolsonaro", enfatiza Amaral, para quien la reciente reunión entre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, una de esas figuras de la derecha moderada, "ayuda a tener esa visión más amplia".
Sin embargo, "lo más importante en este momento es hablar de proyecto de país y un poco menos de lo que representa cada nombre (...). La defensa de la democracia, reconstruir el país, enfrentar todos los problemas que tenemos viene antes que un proyecto personal o de partido", ha insistido la socialdemócrata.
Amaral se convirtió en 2018 en la segunda mujer más joven en ser elegida para ocupar un escaño en la Cámara de Diputados, después de lograr ser el sexto candidato más votado para representar al estado de Sao Paulo, en este caso por el Partido Laborista Democrático (PDT), del que salió dos años después tras romper la disciplina de voto al dar su aval a una reforma que ampliaba la edad de jubilación.
Sin embargo, y a pesar de su extenso currículum y su trayectoria académica, lamenta que es "difícil" hallar un día o semana en la que no tenga que hacer frente a las dudas que suscita su presencia en las instituciones por el mero hecho de ser una mujer joven. "Desafortunadamente tendría mil ejemplos para compartir", cuenta.
Las agresiones, explica, son en ocasiones sutiles. "Todas las semanas alguien me para y me pregunta que quién soy, que qué hago ahí"; otras en cambio, son "comentarios sobre mi apariencia o mi cuerpo", o sobre "mis capacidades, que si no soy inteligente"; y en el peor de los casos son "amenazas de muerte".
Amaral ha centrado sus principales esfuerzos dentro de la Cámara en cuestiones de igualdad entre hombres y mujeres y sobre todo en educación, su principal "bandera política", más ahora, cuenta, que la gestión del Gobierno de Bolsonaro de la pandemia ha forzado al país a caminar "veinte años para atrás".
"Es todo muy triste en lo que respecta a la educación de mi país. Está claro que la pandemia supuso un reto para todos, pero Brasil fue uno de los países que mantuvo las escuelas cerradas por más tiempo, durante un año y medio el Gobierno no hizo absolutamente nada", denuncia.
"No solo eso, sino que además se posicionó en contra de las medidas del Congreso", como un proyecto que presentó junto a otros diputados para llevar Internet a los estudiantes más pobres. "Llevamos un año y medio peleando con el Gobierno, que lo vetó (...). El resultado son cinco millones de estudiantes que no pudieron estudiar durante la pandemia, no sabemos cuántos van a volver, los niveles de alfabetización son ahora peores, hemos caminado veinte años para atrás", dice.
Amaral siente que en muchas ocasiones las medidas de la oposición son enfangadas por el oficialismo en estériles disputas ideológicas "que no interesan a la mayoría de la población" y lastran los intentos por hacer avanzar la educación.
Uno de los ejemplos más gráficos de los últimos tiempos de este uso torticero de la ideología es la supuesta intromisión del Gobierno en el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas (INEP), que supuso la dimisión de una treintena de sus trabajadores tras asegurar que fueron presionados para modificar algunas de las preguntas del ENEM, el examen de acceso a la universidad.
"La ENEM es una prueba muy importante para quienes vienen de la escuela pública, como yo, muchas veces es la única oportunidad para romper el círculo de la pobreza y obtener mejores oportunidades. Sin embargo, el último ENEM ha sido de los más elitistas, con baja participación de gente negra y de bajos recursos", cuenta.
"Hemos visto intentos del Gobierno por cambiar las preguntas por motivos ideológicos, lo que es un gran absurdo, hemos descubierto y denunciado que el Gobierno no quería que se utilizara el término dictadura militar", para referirse al golpe de 1964, del cual Bolsonaro no esconde las simpatías que siente por él.
A su paso por Madrid para participar en la V edición del programa Liderazgo Público Iberoamericano, organizado por la Fundación Carolina y Telefónica, Amaral también ha valorado algunos episodios de la actualidad política brasileña, como la entrada de Bolsonaro en el Partido Liberal (PL), o la aprobación de una reforma para dotar de más transparencia al llamado "presupuesto secreto", recurso con el que el Ejecutivo intenta mantener la gobernabilidad dentro de un Congreso repleto de clientelismo.
"Quisieron dar una respuesta que en verdad es un chiste de mal gusto, no creo que vaya a cambiar nada porque no van a divulgar el nombre de los diputados, las directrices de transparencia son demasiado amplias", dice Amaral con respecto a una reforma impulsada después de que el Tribunal Supremo cuestionara su legalidad.
"Hay muchas denuncias de corrupción, muchos creen que ese dinero está volviendo a los bolsillos de los diputados, es un esquema de corrupción, de compra de apoyos en el Parlamento", ha dicho Amaral, quien ha calificado al Gobierno de Bolsonaro como "extremadamente criminal y corrupto".
Con respecto al nuevo partido de Bolsonaro, el noveno ya en casi treinta años, Amaral cree que "su entrada en el PL dice más de él que del PL", una de esas formaciones del 'centrão', la bancada informal del Congreso que hace parte de esa red clientelar en la que se ha apoyado el Gobierno para aprobar sus medidas.
"Lo que hace ahora es confirmar con el presupuesto secreto y su afiliación al PL que está dispuesto, y de hecho participa, en cualquier tipo de corrupción. Esta es una razón más para entender la amenaza que supone para nosotros", asegura.
Bolsonaro "tiene todo tipo de acusaciones de corrupción tanto él como su familia, desde las corrupciones más pequeñas como llevarse el salario de las personas que trabajan con él --las 'rachadinhas'--, hasta las más grandes, como hemos visto ahora con la compra de vacunas", denuncia
"Si pudiéramos crear una coalición de partidos de izquierda y centro derecha seríamos más fuertes no solo para derrotar a Bolsonaro, sino también al bolsonarismo", ha valorado para Europa Press quien es la diputada más joven del Congreso brasileño, con tan solo 28 años.
Esa "pérdida de reputación" que ha dejado para ella estos años de Bolsonaro ha provocado un estancamiento en el desarrollo económico y social de Brasil por lo que lo más inmediato es poder elegir a un presidente que "tenga opciones de gobernabilidad porque hay todo un país para reconstruir".
"Dentro del Partido Socialista Brasileño hay muchas visiones distintas", pero "yo apoyo que podamos estar en una coalición más amplia, que tenga un proyecto de país para la educación, para la creación de empleo, incluso antes de debatir los nombres (...). Yo estoy dispuesta a juntarme con personas que piensan distinto, pero que sean demócratas, para evitar que Bolsonaro sea elegido", ha subrayado.
Amaral considera que la situación actual de Brasil es "muy grave", con el país de vuelta a los índices de bajo desarrollo y pobreza de los que había logrado salir hace ya tiempo. Hay veinte millones de personas que "no saben si van a comer todos los días", con un "desempleo altísimo", una política medioambiental "irresponsable" y un retroceso en educación no visto desde hace veinte años.
"Hay que entender la importancia, la gravedad del momento" y trabajar "para lograr una coalición lo más amplia posible y tener un país unido para enfrentarnos a Bolsonaro", enfatiza Amaral, para quien la reciente reunión entre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, una de esas figuras de la derecha moderada, "ayuda a tener esa visión más amplia".
Sin embargo, "lo más importante en este momento es hablar de proyecto de país y un poco menos de lo que representa cada nombre (...). La defensa de la democracia, reconstruir el país, enfrentar todos los problemas que tenemos viene antes que un proyecto personal o de partido", ha insistido la socialdemócrata.
Amaral se convirtió en 2018 en la segunda mujer más joven en ser elegida para ocupar un escaño en la Cámara de Diputados, después de lograr ser el sexto candidato más votado para representar al estado de Sao Paulo, en este caso por el Partido Laborista Democrático (PDT), del que salió dos años después tras romper la disciplina de voto al dar su aval a una reforma que ampliaba la edad de jubilación.
Sin embargo, y a pesar de su extenso currículum y su trayectoria académica, lamenta que es "difícil" hallar un día o semana en la que no tenga que hacer frente a las dudas que suscita su presencia en las instituciones por el mero hecho de ser una mujer joven. "Desafortunadamente tendría mil ejemplos para compartir", cuenta.
Las agresiones, explica, son en ocasiones sutiles. "Todas las semanas alguien me para y me pregunta que quién soy, que qué hago ahí"; otras en cambio, son "comentarios sobre mi apariencia o mi cuerpo", o sobre "mis capacidades, que si no soy inteligente"; y en el peor de los casos son "amenazas de muerte".
Amaral ha centrado sus principales esfuerzos dentro de la Cámara en cuestiones de igualdad entre hombres y mujeres y sobre todo en educación, su principal "bandera política", más ahora, cuenta, que la gestión del Gobierno de Bolsonaro de la pandemia ha forzado al país a caminar "veinte años para atrás".
"Es todo muy triste en lo que respecta a la educación de mi país. Está claro que la pandemia supuso un reto para todos, pero Brasil fue uno de los países que mantuvo las escuelas cerradas por más tiempo, durante un año y medio el Gobierno no hizo absolutamente nada", denuncia.
"No solo eso, sino que además se posicionó en contra de las medidas del Congreso", como un proyecto que presentó junto a otros diputados para llevar Internet a los estudiantes más pobres. "Llevamos un año y medio peleando con el Gobierno, que lo vetó (...). El resultado son cinco millones de estudiantes que no pudieron estudiar durante la pandemia, no sabemos cuántos van a volver, los niveles de alfabetización son ahora peores, hemos caminado veinte años para atrás", dice.
Amaral siente que en muchas ocasiones las medidas de la oposición son enfangadas por el oficialismo en estériles disputas ideológicas "que no interesan a la mayoría de la población" y lastran los intentos por hacer avanzar la educación.
Uno de los ejemplos más gráficos de los últimos tiempos de este uso torticero de la ideología es la supuesta intromisión del Gobierno en el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas (INEP), que supuso la dimisión de una treintena de sus trabajadores tras asegurar que fueron presionados para modificar algunas de las preguntas del ENEM, el examen de acceso a la universidad.
"La ENEM es una prueba muy importante para quienes vienen de la escuela pública, como yo, muchas veces es la única oportunidad para romper el círculo de la pobreza y obtener mejores oportunidades. Sin embargo, el último ENEM ha sido de los más elitistas, con baja participación de gente negra y de bajos recursos", cuenta.
"Hemos visto intentos del Gobierno por cambiar las preguntas por motivos ideológicos, lo que es un gran absurdo, hemos descubierto y denunciado que el Gobierno no quería que se utilizara el término dictadura militar", para referirse al golpe de 1964, del cual Bolsonaro no esconde las simpatías que siente por él.
A su paso por Madrid para participar en la V edición del programa Liderazgo Público Iberoamericano, organizado por la Fundación Carolina y Telefónica, Amaral también ha valorado algunos episodios de la actualidad política brasileña, como la entrada de Bolsonaro en el Partido Liberal (PL), o la aprobación de una reforma para dotar de más transparencia al llamado "presupuesto secreto", recurso con el que el Ejecutivo intenta mantener la gobernabilidad dentro de un Congreso repleto de clientelismo.
"Quisieron dar una respuesta que en verdad es un chiste de mal gusto, no creo que vaya a cambiar nada porque no van a divulgar el nombre de los diputados, las directrices de transparencia son demasiado amplias", dice Amaral con respecto a una reforma impulsada después de que el Tribunal Supremo cuestionara su legalidad.
"Hay muchas denuncias de corrupción, muchos creen que ese dinero está volviendo a los bolsillos de los diputados, es un esquema de corrupción, de compra de apoyos en el Parlamento", ha dicho Amaral, quien ha calificado al Gobierno de Bolsonaro como "extremadamente criminal y corrupto".
Con respecto al nuevo partido de Bolsonaro, el noveno ya en casi treinta años, Amaral cree que "su entrada en el PL dice más de él que del PL", una de esas formaciones del 'centrão', la bancada informal del Congreso que hace parte de esa red clientelar en la que se ha apoyado el Gobierno para aprobar sus medidas.
"Lo que hace ahora es confirmar con el presupuesto secreto y su afiliación al PL que está dispuesto, y de hecho participa, en cualquier tipo de corrupción. Esta es una razón más para entender la amenaza que supone para nosotros", asegura.
Bolsonaro "tiene todo tipo de acusaciones de corrupción tanto él como su familia, desde las corrupciones más pequeñas como llevarse el salario de las personas que trabajan con él --las 'rachadinhas'--, hasta las más grandes, como hemos visto ahora con la compra de vacunas", denuncia
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna