El fiscal federal Gerardo Pillicita ha imputado a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, entre otros cargos públicos, por la denuncia presentada por el fallecido fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, por supuestamente encubrir a los sospechosos iraníes de llevar a cabo este atentado.

   Además de Fernández de Kirchner, han sido imputados el ministro de Exteriores, Héctor Timerman, el diputado oficialista Andrés Larroque, el líder sindical Luis D'Eñía y el dirigente de la coalición izquierdista Quebracho, Fernando Esteche.

   Según la prensa argentina, Pillicita se ha basado en la denuncia de 300 páginas presentada por Nisman cuatro días antes de que fuera hallado muerto en su apartamento de Buenos Aires en un aparente suicidio que poco a poco han ido desmontando las pruebas periciales.

   Nisman denunció "la existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa (AMIA), para que se sustraigan de la acción de la justicia argentina".

   "La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní (...) fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo, Cristina Fernández de Kirchner, e instrumentada principalmente por el ministro de Exteriores, Héctor Timerman", sostuvo.

   De acuerdo con Nisman, el Gobierno de Fernández de Kirchner habría negociado con la República Islámica un acuerdo por el cual se comprometía a diluir la acusación contra los sospechosos iraníes a cambio de un canje de petróleo persa por granos argentinos.

   El supuesto plan de la Casa Rosada era acusar a células terroristas locales del atentado contra la AMIA para desviar las sospechas del ex ministro de Inteligencia Ali Fallahijan, el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, el ex jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, el ex agregado cultural de la Embajada Mohsen Rabbani y el ex tercer secretario de la Embajada Ahmad Reza Asghari.

HASTA TRES AÑOS DE CÁRCEL

   Pillicita ha hecho suyos los cargos que Nisman barajaba en su denuncia y que, según se ha sabido en las últimas semanas, planeaba hacer efectivos pidiendo el desafuero y la detención de Fernández de Kirchner.

   Así, apunta a un delito de "encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la especial gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionarios públicos para aquellos que reúnen tal condición", con una pena de entre seis meses y tres años.

   El fiscal también señala el "impedimento o estorbo del acto funcional", sancionado con entre 15 días y seis meses de cárcel, y el "incumplimiento de los deberes de funcionario público", penado con entre un mes y dos años de prisión e inhabilitación.

"NINGÚN VALOR JUDICIAL"

   Ante los incesantes rumores que apuntaban a una inminente imputación de Fernández de Kirchner, el Gobierno ya se ha encargado estos días de restar importancia a esta acusación formal.

   "La imputación no tiene ningún valor ni importancia en términos judiciales", aseguró el secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández, adelantando que se quedaría en un "estrépito" como "maniobra de desestabilización democrática".

   "No existe prueba alguna, ni siquiera de carácter indiciario, que demuestre la existencia de conductas atribuibles a la presidenta o a funcionarios del Gobierno que puedan encuadrarse en ilícitos penales", dijo, por su parte, la secretaria del Tesoro Angelina Abbona.

   El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo argentino

Florencio Randazzo se perfila como

candidato oficialista a suceder a Cristina

Fernández en la Presidencia

  El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, recibió el miércoles el apoyo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En pleno año electoral, este espaldarazo podría significar una inclinación del 'kirchnerismo' para que Randazzo suceda a Fernández, dejando de lado al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien sin embargo todavía obtiene mejores resultados en las encuestas.

   El próximo 25 de octubre, los argentinos acudirán a las urnas para decidir quién será el próximo presidente del país. La actual mandataria no puede presentarse como candidata, ya que la Constitución limita a una las reelecciones posibles y Fernández ya la obtuvo en 2011.

   Por esa razón, dentro del partido oficialista, el Frente Para la Victoria (FPV), hay cierta tensión por saber quién será el candidato. Los nombres que suenan con más fuerza son los de Scioli y Randazzo.

   Se da el caso de que el 9 de agosto tienen lugar las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (las llamadas PASO), para determinar qué candidato representará a cada partido. Se podría pensar que Scioli y Randazzo acudirían a esos comicios para dirimir la disputa, pero lo cierto es que el apoyo de la actual presidenta puede ser crucial y los escenarios que se abren muy diversos.

POSIBLES ESCENARIOS

   Hasta hace poco, parecía haber pocas dudas de que Scioli iba a ser el candidato presidencial del FPV. Sin embargo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires nunca terminó de contar con el apoyo cerrado del núcleo duro del 'kirchnerismo' y ha tenido que soportar numerosos desaires de la presidenta. Por ello no es extraño que recientemente haya surgido un nombre preferido por este sector, el de Randazzo.

   El primer escenario es que, efectivamente, Scioli y Randazzo concurran a las PASO en una interna para decidir cuál de los dos se presentaría en octubre como candidato del FPV. En este caso, el apoyo de Fernández podría ser decisivo, y desde el día de ayer nadie duda de que Randazzo cuenta con él.

   La presidenta, en un acto televisado, se comunicó vía teleconferencia con el ministro para mostrar nuevas formaciones de trenes que se están estrenando. Además, lo defendió de las acusaciones que recibió de los 'holdouts' --conocidos en Argentina como 'fondos buitre'--: "Peor sería que fueras un buen candidato para ellos", dijo Fernández.

   En cuanto a los trenes nuevos, se presentan como el gran logro de Randazzo, que ya era ministro de Interior y Transporte cuando ocurrió la tragedia de Once, un accidente de tren en el que murieron 51 personas.

   Sin embargo, también podría ser que el apoyo de Fernández no sea tan importante, ya que tras la muerte de Nisman ha descendido la imagen de la presidenta. De hecho, Scioli obtiene resultados favorables en las encuestas incluso contra ella. Aun así, lo cierto es que muchos de sus votantes no dejan de ser 'kirchneristas'.

   El segundo escenario posible es que, ante el apoyo de la presidenta a Randazzo, Scioli decidiera acudir a las elecciones por separado, saliéndose del FPV. Esto es lo que hizo el actual candidato peronista del Frente Renovador, Sergio Massa, que en 2013 fundó su propio partido y se posicionó en contra del FPV, partido en el que había ocupado importantes cargos.

   Es una opción poco probable, porque además en tal caso se quitarían votos mutuamente y la derrota sería segura, ya fuera en favor de Massa o Mauricio Macri.

   Finalmente, el tercer escenario posible es que no haya internas dentro del FPV y el partido presente un sólo candidato desde las PASO. Este escenario no sería extraño y, de hecho, hasta ahora el FPV nunca ha concurrido a unas PASO con más de un candidato. En tal situación, la única salida sería una designación a dedo, posiblemente por parte de la presidenta.