El diputado socialista y exministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha indicado que no ha conseguido en 20 años instalar en el PSOE "una concepción abierta, tolerante, respetuosa e incluyente del hecho religioso" y ha apuntado que quizá se deba a que su partido está "absolutamente atado por el atavismo histórico" y no puede olvidar "el gran conflicto entre religión y política en el período republicano, en la guerra y en la dictadura".  

  Durante la presentación del libro "¿Los cristianos, ¿en la sacristía o tras la pancarta?" (PPC), de Javier Elzo, en la Asociación de la Prensa de Madrid, Jáuregui ha indicado que, a diferencia de lo que ha ocurrido con el Ejército, que se ha convertido en una institución valorada, con la Iglesia "no ha pasado eso", en parte, por "una visión un poco nostálgica de aquella concepción de que la religión era una especie de dormidera, para nada coincidente con la realidad" y, en parte, porque "la jerarquía española no ayuda nada" a tender ese puente.

   Para Jáuregui, "lamentándolo profundamente", en el PSOE no se ha avanzado para "hacer natural lo que es lógico", es decir, aceptar que "tiene que haber un espacio donde puedan expresarse con libertad sin perder su compromiso con la fe los socialistas cristianos", algo que, según ha precisado, es natural en muchos partidos de izquierda en Europa -suecos, británicos, alemanes- que cuentan con "fuertes corrientes cristianas que enriquecen".  

  En este sentido, ha señalado que el PSOE ni siquiera ha tenido en cuenta una realidad sociológica "muy evidente" pues, según ha explicado, el electorado de su partido está formado en un 47% por españoles que se declaran católicos no practicantes y por un 25% que se definen como católicos practicantes.   

 Según ha indicado, recordando una cita del libro de Javier Elzo con la que se ha mostrado de acuerdo, "en España se vive una polarización insufrible entre un catolicismo rancio cruzadista y un progresismo caduco anclado en el pasado que en España todavía no se ha librado del anticlericalismo de los peores recuerdos de la República".

   Ante esta situación, Jáuregui ha informado de que va a llevar un texto sobre este asunto a la Conferencia Política que el PSOE celebrará en octubre y ha insistido en que la religión "no es un asunto privado como muchos socialistas y españoles creen" sino que "posee una dimensión pública y política que un partido como el PSOE no puede despreciar".

   "Lo religioso es un hecho social que incide en la producción de valores, que desempeña un significativo papel en la constitución de identidades sociales y hegemonías culturales. Lo religioso es algo que la izquierda política tiene que normalizar. La cuestión religiosa no se resuelve erigiendo a la religión en adversaria", ha subrayado.

LAICIDAD INCLUYENTE  

  No obstante, ha puntualizado que también la Iglesia tiene que poner de su parte y "aceptar la laicidad incluyente". Y aunque dice admitir la opinión de la Iglesia, señala que lo que no acepta es "que no admitan la soberanía popular como único elemento determinante de la decisión de organización colectiva de la vida". Así, ha indicado que se han topado con "fuertes resistencias" en la igualdad de género, en la regulación del aborto, en el matrimonio homosexual, en la investigación bioética y en Educación para la Ciudadanía.  

  A su juicio, actualmente existen dos problemas: la financiación de la Iglesia y la enseñanza de la Religión en la escuela. Sobre estos temas, Jáuregui propone "ir hacia un principio de autofinanciación con una cuota religiosa o un incentivo fiscal a las donaciones aplicable en igualdad a todas las confesiones" y promover una enseñanza del hecho religioso "no confesional", no como la que pretende la futura reforma educativa del Gobierno.