Chirac culpable de malversación de caudales públicos, un ex Jefe de Estado de la república francesa condenado. Aquí en España, una vez más se pretende cerrar los ojos ante el latrocinio cometido por muchos y la alta traición de  otros, mientras las instituciones se desmoronan y al pueblo español se le piden sacrificios.      

    Hoy, aquí en Asturias, todo gira alrededor de una agenda rosa, vamos, que pasamos de la Asturias roja y revolucionaria, a la Asturias rosa, como el rosa de la citada agenda, puede ser que al desteñirse el rojo todo queda en rosa, de la que al pueblo, como siempre le tocan las espinas.         

Llega la factura de tanta fiesta rosa, paga el pueblo, y quieren seguir la fiesta, rosa por supuesto. El establihsment viste de rosa, y todos sus nombres figuran en agendas rosas, ahora los sabemos el “duernu” es rosa, como la famosa agenda, todo es rosa, menos la factura que pasa a los números rojos para hipotecar a los españoles por generaciones.         

Afirman, los llamados indignados que no “hay pan para tanto chorizo”, ni tampoco jueces suficientes para estudiar las agendas rosas teniendo en cuenta además que D. Candido debía de ser daltónico y el increíble Sr. Jiménez Villarejo, D. Carlos  sencillamente era y es rojo, aunque desde su ingreso en la carrera fiscal en 1962 estaba de enano infiltrado en el franquismo “opresor”, eso sí de rosa para disimular, del rosa de “flor de otoño” de la rambla de las flores, rosas, siempre rosas, por supuesto.       

   Ahora sabemos que los enanos infiltrados tienen el rosa de fondo de armario, son coquetos con el rosa como las señoritas en su presentación en sociedad, y sus nombres están escritos en agendas rosas, detalle finísimo, y astracanada mayúscula que el color de la piara de donde salen los ibéricos para “regalar”, sea rosa.        

  Tanta cursilería rosa, tanto Arsenio Lupìn de guante rosa, han dibujado un porvenir muy negro para los asturianos, como el de  esos miles y miles de millones de euros desaparecidos en ese agujero negro que son la gestión y rendición de cuentas de los fondos mineros, eso sí, los pocos que se ven, están enterrados en la residencia de estudiantes del campus de Mieres, eso sí con fachada rosa, haciendo juego con el negro del edificio de la lógica difusa y con la contabilidad pública que a lo que parece se maneja en términos  inexactos, imprecisos o subjetivos, tal vez por la aplicación de la nefasta teoría de los conjuntos, en la que la pertenencia a la  élite rosa justifica la imitación del Sr. Lupin antes citado, mientras que  los no pertenecientes al círculo rosa no tenemos derecho, ni tan siquiera a finalizar nuestros días, en el internado de Torres de Malory, edificado en Felechosa.      

    Al fin y al cabo, ya lo saben, el “duernu” es de color rosa, el futuro muy negro, lo de Chirac sucedió en Francia y Rubén Darío escribió aquello de “… te voy a contar un cuento”, pero nos han dejado sin verso, ni perla, y a ellos se les ve la pluma y se han llevado la flor, rosa como no podía ser de otra manera.