La excomisaria responde así a las informaciones que señalan que el expresidente de la CE José Manuel Durao Barroso decidió no tomar medidas en su contra por haber comenzado a trabajar en Gamesa el mismo mes en el que dimitió de su cargo en la CE. Ferrero-Waldner fue comisaria de Relaciones Exteriores entre 2004 y 2009 y de Comercio entre 2009 y 2010.

El pasado viernes, el diario holandés 'De Volkskrant' informó de que Durao Barroso habría estado al tanto de las intenciones de la comisaria y aparentemente decidió no tomar medidas en su contra a pesar de que los excomisarios deben notificar con "suficiente antelación" al Ejecutivo comunitario cuando aceptan un trabajo antes de que pasen 18 meses desde que dejan la Comisión, a fin de minimizar los conflictos de interés.

Ante estas acusaciones, la excomisaria ha manifestado en un comunicado remitido a Europa Press que "jamás" ha ejercido "actividades incompatibles o contraviniendo el Código de Conducta de Comisarios ni la normativa comunitaria".

"Las denuncias formuladas en el pasado han sido objeto de un correcto análisis por la Comisión, el Defensor del Pueblo Europeo y por el Comité Ético de la Comisión, sin que ninguno de ellos haya resuelto que en el pasado o en el presente, yo, Benita María Ferrero-Waldner, haya cometido irregularidad alguna y, en particular, que haya cometido alguna infracción del régimen de incompatibilidades que rige la actividad profesional privada de todo comisario al cesar en su cargo", ha señalado la excomisaria.

Ferrero-Waldner ha lamentado que se le "pretenda imputar una actuación indebida", cuando los órganos competentes que analizaron su actuación, solicitud y autorización "han expresamente validado la misma". "Soy ajena a las actuaciones de otros miembros de la CE ahora objeto de investigación y objeto de interés periodístico", ha añadido, en alusión al propio Durao Barroso.

La excomisaria europea ha señalado que acoge "con gran satisfacción" la existencia de "reglas estrictas" para los comisarios que llevan a cabo una actividad en el sector privado tras abandonar su cargo en la CE.

"Como excomisaria de la UE condeno los casos de actuaciones impropias que vulneran el régimen de incompatibilidades establecidos en la normativa comunitaria", ha indicado.

"INEXACTITUD" DE LAS INFORMACIONES

La excomisaria considera que algunas informaciones recientemente publicadas sobre su actividad profesional son inexactas, ya que la CE le concedió "autorización expresa" para el ejercicio de su labor profesional mediante decisiones emitidas el 19 de enero y el 17 de febrero de 2010.

Según ha explicado, además, en 2013 remitió al Defensor del Pueblo Europeo (DPE) un contrato suscrito con una de las empresas con las que mantuvo relación profesional tras ser aprobado por la CE.

Este organismo solicitó a la CE su opinión al respecto y esta concluyó que tanto su actividad como el objeto del contrato "eran perfectamente compatibles con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y, en particular, por cuanto se refiere al régimen de incompatibilidad, independencia, honestidad y discreción (artículo 245 del TFUE)", por lo que el DPE archivó el caso, según ha explicado.

No obstante, la posterior DPE inició otra investigación en abril de 2014 que fue archivada también, de acuerdo con la excomisaria, que señala que la DPE criticó el procedimiento que siguió la CE anterior y sugirió revisar el Código de Conducta de los Comisarios.

El pasado sábado, Gamesa puntualizó que la excomisaria europea fue consejera de la compañía tras ocupar el puesto en la administración de la UE pero desde 2013 no tiene "ningún tipo de relación" con la empresa.