En un momento en que en esta España que nos ha tocado vivir, donde es políticamente incorrecto defender valores, morales, éticos, culturales, de  esfuerzo, de austeridad,  etc., un grupo de asturianos, ocupados y preocupadas  por la defensa de la vida, han tenido la osadía presentar ante el Parlamento Asturiano una Iniciativa Legislativa Popular para que se promulgue una ley por la que se establezca y regule una red de apoyo a la mujer embarazada.  

A pesar de las múltiples dificultades y trabas, impuestas por el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias, quien remitió a la Mesa de la Junta General del Principado, un informe de rechazo a la Iniciativa con opinión desfavorable, el dictamen Jurídico del Letrado Mayor de la Junta General del Principado, avalando la legalidad de la propuesta, motivó que la Mesa de la Junta aprobase por unanimidad  la tramitación de la ILP, y esto a pesar que la mayoría de la Mesa de la Junta está representada por el PSOE  e IU pero,  los  diputados pertenecientes a dichos partidos no pudieron votar en contra ante el informe del referido letrado mayor.  

Con estos mimbres salió adelante la tramitación de la primera Iniciativa Legislativa Popular que se aprueba en Asturias desde que entró en vigor la Ley que regula este tipo de proposiciones en al año 1984.

Una vez comunicada a la comisión promotora la admisión a trámite de la ILP, hecho ocurrido el día 11 de octubre del corriente año, comienza a contar el plazo de 3 meses para la recogida de firmas que avalen dicha proposición de ley,  para que sea presentada en el Parlamento Regional y discutida en pleno, donde posteriormente será votada por los diputados regionales.

Abierto el plazo de recogida de firmas nuevas dificultades se añadieron a las iniciales ya relatadas .Al ser la primera ILP que se autoriza a tramitar en Asturias, existe un desconocimiento de la Ley que regula este tipo de actuaciones, la cual con 26 años de antigüedad, es muy inconcreta en todos sus artículos, y como se carece de experiencia en su uso, está muy sujeta a libres interpretaciones.

Desde el primer momento nadie, desde el Parlamento Regional y  el Consejo de Gobierno, se mostró   dispuesto a aclarar las dudas, y  contestar a las preguntas que desde la  comisión promotora de la ILP les  efectuaban, en un claro afán de entorpecer la recogida de firmas, y dilatar en el tiempo la misma, de modo que se agotase el período de tres meses  sin que se hubiese iniciado  la recogida de firmas, al tiempo que hacían ver a los promotores su intención de evitar que la ILP llegase a ser presentada ante el pleno del Parlamento Regional, advirtiendo que utilizarían todas las disposiciones legales que estuviesen en su mano para echarla abajo por cualquier defecto de forma.

Finalmente y tras consultar con diversos letrados con amplios conocimientos en este tipo de menesteres a finales del mes de Octubre la Comisión Promotora de la ILP, imprimió los pliegos de papel timbrado y puso en marcha la maquinaria de recogida de firmas por todo el territorio regional de Asturias.  

Al día 30 de Noviembre y con tan solo un mes de actividad, la comisión promotora ha alcanzado las 10.000. firmas necesarias para apoyar la ILP Red Madre.  No obstante, y avisados de las dificultades con las que se van a encontrar en la revisión y comprobación de las firmas aportadas por parte de la Mesa de la Junta General, seguirán recogiendo firmas con el objetivo de alcanzar las 20.000 de modo que cuente con un buen   ”colchón” de firmas que garanticen la presentación  y tramitación de la ILP ante el Pleno del Parlamento Regional.  

En un país en el que está de moda la defensa de los derechos de la mujer y la igualdad, entre sexos, hasta el extremo de haber creado un Ministerio de Igualdad que se ha distinguido por proponer y apoyar leyes en contra de los valores naturales de las personas, en un vano intento  de hacer desaparecer las diferencias antropológicas que definen al hombre y a la mujer, que ha convertido en un derecho de la mujer la práctica del aborto, en contra de los derechos reconocidos en la Constitución Española del nasciturus, no se entiende la cerrazón de algunos políticos asturianos de oponerse a la creación de una Red de Apoyo a la Mujer embarazada, de modo que está pueda  ejercer libremente, el único derecho que es exclusivo y excluyente de la mujer, el derecho a la maternidad.

La ILP presentada es un canto a la defensa del derecho de las mujeres a tener hijos, a evitar que una mujer de cualquier raza, signo o color, por el hecho de elegir seguir adelante con un embarazo, tenga que enfrentarse al riesgo de exclusión social.

No se entiende que unos políticos, a los que se les llena la boca hablando de la igualdad, que han aprobado una ley, mal llamada de violencia de género, sigan pensando que no es necesario proteger a una mujer que desee ser madre ante un entorno hostil, que ejerce sobre ella una presión y violencia mental inusitada.

Cuando una mujer enfrenta ante un embarazo inesperado, la primera persona que la abandona, la deja sola con sus circunstancias, es su pareja,  quien a su vez la ataca de forma verbal con expresiones como  - Y como se yo que es mío y no de otro. – Es tu problema, arréglate

La misma mujer que acaba de ser rechazada por su pareja puede recibir el mismo rechazo de sus padres, quienes consideran,  en muchos casos, que el “honor” de la familia ha sido mancillado, y no van a cargar ellos con el sambenito. La mujer vuelve a escuchar el mismo argumento – El problema es tuyo. Arréglate.

¡Que decir si la embarazada es una adolescente!. De inmediato se convierte en el hazmerreir de su Colegio, Instituto o universidad, es la “pardilla” que no sabe utilizar los anticonceptivos, es la apestada de la clase, lo que ocasiona su aislamiento e indefectiblemente el abandono de sus estudios.

Los políticos no consideran estas situaciones como violencia de género, es más, ellos ya se han anticipado al problema aprobando una ley del aborto con el que se solucionan todos los males de la mujer embarazada, pero nadie se hace cargo ni comenta las situaciones a las que se enfrenta una mujer tras haber sufrido un aborto. Se niega la existencia del síndrome post aborto, porque nadie quiere cargar con el mochuelo de sus errores. Las clínicas dedicadas al aborto, una vez practicado este, abandonan por completo a la mujer, no la conocen de nada ni quieren saber de ella. Ellos ya han cumplido su parte y han cobrado por su trabajo, el resto de problemas que se le platean a la mujer ya no son de su especialidad, para eso están los psicólogos y los psiquiatras.  

Una forma de evitar este tipo de situaciones es la creación de una Red asistencial, que por otro lado ya existe, que por ley establezca los mecanismos de atención y  ayuda  para aquella mujer que desee seguir adelante con su embarazo. Que establezca mecanismos para una adolescente embarazada tenga derecho a una asistencia específica, en educación para la maternidad, apoyo psicológico antes y después del parto y asistencia singular en el centro escolar para adecuar su plan de estudios al embarazo y la maternidad.

Es preciso que cualquier mujer embarazada, independientemente de su edad, condición y raza sea informada en todos los centros asistenciales y sanitarios radicados en la Comunidad Autónoma del  Principado de Asturias de la existencia de esta red de apoyo, la forma de ponerse en contacto con la misma y las ayudas a que tiene derecho.  

Ningún político que en conciencia quiera defender los derechos de la mujer puede oponerse a la aprobación de una ley de este tipo que está dirigida a completar la libertad de elección de la maternidad por parte de aquella.