Siempre me ha llamado la atención el que con motivo de producirse una consulta electoral de cualquier tipo,  al publicarse  Cartas Pastorales, bien sea por los Obispos en la Iglesia particular, bien por la Conferencia Episcopal Española, surgen voces críticas de personas que declarando expresamente no ser católicas ( o en todo caso afirmando tópica e ignorantemente eso de "Yo creo en Jesucristo pero no en la Iglesia"--¿Y la Iglesia no somos todos los católicos?--) atacan al/los prelado/s  con la acusación de "meterse en política".

Esto ha sucedido con la noticia de la Carta Pastoral publicada por D. Jesús Sanz, Arzobispo de Oviedo, dirigida a sus fieles y, en todo caso, a las personas de buena voluntad, que tengan a bien atender las palabras de uno de los sucesores de los Apóstoles, con competencia precisamente en Asturias.  Y digo la noticia porque, probablemente sus críticos no se han tomado la molestia de leerla, lo que me permito recomendarles vivamente, pues si lo hubieran hecho se darían cuenta de que lo que está expresando el Obispo no constituye sino el recordatorio básico de la doctrina social católica, refiriéndose a temas fundamentales como el derecho a la vida, tanto el derecho a nacer como a morir de forma natural, la protección de la familia natural, la defensa del matrimonio y en general las instituciones básicas de la sociedad, dignas de protección por tanto, por lo que el católico que se considere como tal, ha de compartir y defender su configuración, destacando la atención sobre las opciones que no solamente no las protegen, sino que las atacan, y además, mienten --¿Como bellacos?—para ocultar sus verdaderas intenciones y engañar al crédulo que se deje… Por seguir en ese enfoque, D. Jesús Sanz tiene el derecho de expresar libremente su opinión, de acuerdo con lo establecido en el artículo 20 de la Constitución, en relación con el 16 que reconoce  como derecho la libertad religiosa.

  Más aún me sorprenden esas personas que se definen a sí mismos como "cristianos de base", que no sólo critican igualmente la Carta Pastoral precitada, sino que además lo hacen dentro de la militancia activa (incluso como candidatos) en partidos políticos cuyos programas contienen iniciativas o apoyo a presuntos derechos como el aborto, la eutanasia, el adoctrinamiento y la prevalencia de "la ciudadanía" sobre el ciudadano…Pues estas personas, además de ignorar las leyes civiles, desconocen igualmente la doctrina social católica, pues en base a ella ejercita D. Jesús su función pastoral de sucesor de los Apóstoles en la Iglesia particular de Asturias de acuerdo con su ministerio de enseñar, santificar y regir , interesándose también por …"los que perdieron el camino de la verdad o desconocen el Evangelio y la misericordia salvadora de Cristo"… ( Decreto "Christus Dominus", del Vaticano II sobre el ministerio pastoral de los obispos), animando a los fieles a intervenir en la vida pública, moralizándola, ejercitando, en este caso, su derecho al voto, de acuerdo con, entre otras declaraciones y documentos eclesiales, la Exhortación Apostólica "Christifidelis laici", del Beato Juan Pablo II, las "Instrucciones Católicos en la Vida Pública" y "La Familia, Santuario de la vida y esperanza de la sociedad", de la Conferencia Episcopal española.

Y ello sobre la base de la realidad de que ningún proyecto político realiza el ideal evangélico.

Mucho me temo que , o bien no han entendido nada (es decir, se han quedado en la malhadada "teología de la liberación" o bien, como decía un Santo de nuestros días, muestran una esquizofrenia llevando una doble vida, la de relación con Dios de una parte, y la personal, familiar, social, de otra. Son recuperables, no obstante, de manera que debemos ayudarles en la profundización del ser católico, y también rezar por ellos.