La madre del fiscal Alberto Nisman, que apareció muerto el domingo en su casa después de denunciar al Gobierno por encubrir a los culpables del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ha negado la hipótesis de que su hijo se suicidara.

   "No", ha respondido contundentemente Sara Garfunkel interrogada por el diario argentino 'Clarín' sobre si cree que su hijo se suicidó. "Se ha dicho de todo sobre mi hijo", ha añadido en una conversación telefónica de apenas unos segundos.

   La ex mujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo, respondió de la misma forma a la prensa antes de entrar en el despacho de la fiscal del caso, Viviana Fein, para ser interrogada. "No puedo hacer conjeturas", subrayó.

   Incluso la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se ha sumado en las últimas horas a esta versión, sosteniendo que "no fue suicidio" y sugiriendo que el responsable de la investigación del atentado contra la AMIA fue "usado en vida" para que acusara al Gobierno y después le necesitaban "muerto".

   En este contexto, Fein ha vuelto a hablar ante los medios de comunicación para aclarar que el caso de Nisman sigue bajo el título de "muerte dudosa". "Necesito saber quién es quién y les pido que colaboren conmigo", ha pedido.

EL ESCENARIO DEL CRIMEN

   Entretanto, se siguen conociendo detalles de la casa ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires, donde Nisman fue encontrado a las 22.00 (hora local) en el baño con un disparo encima de la oreja derecha realizado con una pistola que le había dejado un amigo.

   Las investigaciones han revelado que el apartamento tenía tres puertas: la principal, la de servicio y una tercera que daba a un pasillo en el que están instalados los aparatos de aire acondicionado de la casa de Nisman y la vecina.

   La puerta principal estaba cerrada con llave, por lo que Garfunkel, la jueza y la fiscal intentaron acceder a la vivienda por la de servicio, que tiene dos cerraduras, una de las cuales fue abierta por la madre en ese momento, por lo que "estuvo cerrada todo el tiempo", pero la otra estaba con la llave encajada por dentro, de modo que tuvo que abrirla un cerrajero, según el cual, "cualquiera pudo abrirla".

   Sobre la tercera puerta, da acceso a un pasillo en el que se han encontrado una pisada y una huella dactilar que, por ahora, son las principales pistas. Esta casa estaría alquilada por un ciudadano chino que, al parecer, está fuera del país en estos momentos.

   Los investigadores ya han registrado las dos viviendas y el despacho del fiscal del caso AMIA. En la casa de Nisman encontraron una nota manuscrita para la empleada del hogar con las compras del lunes y en el despacho una mesa llena de papeles que indica que estaba trabajando intensamente en algo.

   Además, este jueves se ha conocido la existencia de un tercer papel. Se trata de una carta que envió un día antes de su muerte a un periodista de Infobae con "información profesional" sobre la denuncia contra el Gobierno por el atentado de la AMIA.

   "El sobre que me llegó ya lo tiré", ha dicho América Laureano Pérez Izquierdo, periodista de Infobae, al tiempo que se ha puesto a disposición de Fein para cualquier pesquisa, según informa el diario argentino 'La Nación'.

DENUNCIA CONTRA EL 'KIRCHNERISMO'

   La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produce una semana después de que el fiscal acusara a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, de encubrir a los iraníes sospechosos de llevar a cabo el atentado de la AMIA.

   "La señora presidenta ordenó desviar la investigación, abandonó años de un legítimo reclamo de Justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes, contradiciendo su probada vinculación con el atentado. Decidió fabricar 'la inocencia de Irán'", dijo en un escrito de 300 páginas.

   Así, el representante del Ministerio Público solicitó, además de una declaración indagatoria, un embargo preventivo de los bienes de Fernández de Kirchner y los demás acusados por 200 millones de pesos (19,7 millones de euros).

ATENTADO CONTRA LA AMIA

   El atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos es el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino, a pesar de lo cual sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.

   En 2013, los gobiernos de Fernández de Kirchner y Mahmud Ahmadineyad firmaron un Memorando de Entendimiento (MOE) con el objetivo de "destrabar una causa que estaba absolutamente inmovilizada".

   El MOE permitía por primera vez a las autoridades argentinas interrogar a los acusados en el país suramericano del atentado contra la AMIA, algo a lo que la República Islámica se había negado insistentemente.