Finalmente, China, que mantiene unas relaciones comerciales intensas con ambos países, y Rusia han respaldado la resolución después de negociar con los demás países miembros del Consejo durante varios días.

    "Siempre somos muy cautos en lo que se refiere a la imposición de sanciones y las amenazas en ese sentido", ha dicho el embajador chino ante la ONU, Li Baodong. "China siempre ha mantenido que los problemas africanos los deben resolver los africanos a la africana", ha añadido.  

  Los enfrentamientos en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur comenzaron hace varias semanas. Aunque ya han pasado unos diez meses desde que Sudán del Sur se separó de Sudán, convirtiéndose en un Estado independiente, aún no han resuelto sus diferencias sobre la delimitación del territorio de cada uno, la cantidad que debe pagar Sudán del Sur por transportar su petróleo a través de Sudán y la división de la deuda nacional, entre otras cuestiones.  

  La resolución aprobada este miércoles amenaza a los dos países africanos con "medidas adicionales" de acuerdo con el Artículo 41 de la Carta de Naciones Unidas, que concede al Consejo de Seguridad la capacidad de imponer sanciones económicas y diplomáticas a los Estados que ignoran sus decisiones.   

 El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, había declarado a los periodistas antes de la votación: "Tenemos algunas reservas (...), pero lo apoyaremos por la Unión Africana".

   Para Moscú, "las sanciones son una medida extrema", ha añadido Churkin, que ha opinado que no se debe recurrir a ellas para solucionar los conflictos existentes en los estados sudaneses de Kordofán del Sur y Nilo Azul, donde el Ejército de Sudán lucha desde hace meses contra rebeldes que quieren derrocar al Gobierno.  

  El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) había pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que aprobase una resolución legalmente vinculante para instar a Jartum y a Yuba a poner fin a las hostilidades, retirar sus tropas de las zonas cuyo control se disputan y resolver las disputas pendientes, como les había reclamado la UA.  

  La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, ha subrayado que "los enfrentamientos deben acabar, y deben acabar ya".

SUDÁN EXPRESA SU DECEPCIÓN   

 El representante de Sudán, Daffa-Alla Elhag Ali Osman, ha expresado la decepción de su Gobierno por la resolución, que "no tiene en cuenta las continuas agresiones de Sudán del Sur contra Sudán". A su juicio, la paz solo se conseguirá si Yuba deja de "apoyar y cobijar a grupos rebeldes y armados".

   Por su parte, el ministro de Asuntos Gubernamentales de Sudán del Sur, Deng Alor Kuol, ha asegurado que su Gobierno cumplirá lo establecido en la resolución. También ha pedido a la ONU y a los Estados miembros que "movilicen ayuda humanitaria urgentemente para la población afectada por los continuos bombardeos aéreos y las incursiones terrestres de Sudán en estados del norte de Sudán del Sur".  

  El Ejército sursudanes invadió recientemente la región de Heglig, situada en el estado sudanés de Kordofán del Sur, y luego se retiró. Además, las fuerzas sudanesas han estado realizando bombardeos aéreos en el país vecino.  

  El coordinador humanitario de la ONU para Sudán, Ali al Zatari, expresó su preocupación este martes por la situación en la que se encuentran miles de sursudaneses que están atrapados en Kosti (Sudán), en un puerto del río Nilo Blanco, mientras esperan a que unas barcazas los lleven de vuelta a su país.

   Al Zatari dijo en un comunicado que en ese puerto hay entre 12.000 y 15.000 ciudadanos sursudaneses y que muchos de ellos llevan varios meses esperando para poder regresar a Sudán del Sur. Esas personas "se encuentran en una situación de vulnerabilidad" y no pueden cubrir algunas de sus necesidades básicas, como la de cobijo, destacó el coordinador, que pidió a Sudán y a Sudán del Sur que colaboren para "aliviar su situación".