Hace unos días hemos leído algo sobre la revolución de Asturias de  octubre de 1934. Como ya es sabido, y por mor de ese pleonasmo estúpido llamado “recuperación de la memoria histórica”, la verdad sobre la Historia reciente de España, brilla por su ausencia.

Para empezar, se dice que tal acontecimiento fue una “insurrección obrera” que formaba parte de una “huelga general”. Mentira. Una huelga general no tiene nada que ver con:

1º).- Incendios de iglesias y conventos, amén de la quema de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, así como persecución y vil asesinato de religiosos y otras personas.

2º).- El nombre que también se le dio a dicha revolución, la Comuna Asturiana, en clara referencia a la Comuna de París de 1871. Es decir, tal Comuna Asturiana perseguía la implantación de un sistema socialista, comunista o comunista libertario. De esto saben muy bien las localidades de Mieres, Sama de Langreo, Gijón y otras villas más.

3º).- No se entiende cómo dicha revolución, una vez derrotada, se convirtió en un mito expandido por la izquierda comparándola, además de con la citada Comuna de París, con el Soviet de Petrogrado de 1917.

4º).- En aquellos días, los comunistas, como de costumbre, difundieron mentiras y rumores, tales, como por ejemplo, que aviones procedente de la URSS acudirían en apoyo de los revolucionarios. Esto se puede leer en el diario ABC del día 3 de noviembre de 1934. Textualmente dice el periódico:

“. . . El Diario de la Revolución   anunciando que el movimiento ha triunfado en toda España y que llegan a socorrer a los asediadores de Oviedo escuadrillas de Aviación rusa”

También expandieron el rumor de que los frailes de la Doctrina Cristiana en Turón, tenían relaciones homosexuales con los alumnos. Como ya sabrán ocho de estos Hermanos fueron vilmente asesinados.

5º).- Los revolucionarios del pueblo de San Andrés de Turón, desfilaban por las calles  los gritos de:

“Un, dos, tres, no queremos curas en San Andrés”, o también: “Un, dos, tres, cuatro, cinco, no queremos curas ni catecismo”.

6º).- Asimismo, en el citado  periódico ABC del mismo día, Lerroux dice a los periodistas:

 “Como ustedes saben, en el día de ayer fue copado el comité soviético de Turón, que cometió diversos delitos y dio muerte a un teniente coronel  y a varios números de carabineros”. Los nombres de dicho comité aparecen en las páginas 20 y 21: Leoncio Villanueva, que se titulaba comisario de Sanidad; Silverio Castañón, que se titulaba comisario de Guerra; Amador Fernández Llaneza, Ceferino Álvarez Rey, Benedicto Pérez Zapico, Arcadio Monje, Pedro Pinín y Herminio García Álvarez, todos ellos dirigentes del movimiento”.

7º).-  Y para terminar, en aquellas fechas  se cantaba una canción con la música de “Asturias patria querida” que, como ya saben, fue declarada Himno del Principado de Asturias en 1984, “himno” que fue compuesto por el mulato cubano Ignacio Piñeiro en 1926. La letra de dicha canción era:

“Asturias tierra bravía,

Asturias de luchadores;

no hay otra como mi Asturias

para  las revoluciones

Tengo de bajar a Oviedo 

Empuñando mi fusil

Y morirme disparando

Contra la Guardia Civil.

Contra la Guardia Civil

Y los cobardes de Asalto

Tengo de bajar a Oviedo

Y morirme disparando.

Los obreros de Asturias

Demostraron su heroísmo

Venciendo a la clerigalla

Y al feroz capitalismo”

De todo esto se deduce que aquella gente no aceptaba ni la libertad ni la democracia. Lo que quería era implantar un régimen totalitario al estilo soviético.

Lo que no tiene nombre es que, además no haber pedido jamás perdón por los desmanes cometidos no sólo en Asturias, sino en España entera, aún sigan haciendo apología de aquellos terroríficos hechos.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias