Lunes, 06 de mayo de 2024

Carta semanal del Arzobispo de Oviedo

La vida y la verdad. Un criterio electoral

Queridos hermanos y amigos: paz y bien. Se suceden de nuevo los tiempos de la elección, y la nueva convocatoria del domingo veinte de noviembre nos reclama a todos los ciudadanos una reflexión serena a la hora de depositar nuestro voto. Ya se ha hecho una indicación por parte de la Conferencia Episcopal Española, con una nota de la Comisión Permanente en la que se vuelven a recordar las cuestiones indiscutibles en las que los cristianos entendemos que no son asuntos menores, de coyuntura o de oportunidad. Efectivamente, a la hora de decidir con nuestro voto una nueva composición del Parlamento, del que saldrá la fuerza política que podrá formar un equipo de gobierno, estamos decidiendo quién y cómo administrará la cosa pública, quién y cómo hará las leyes que hagan emanar, las que hubiera que modificar o suprimir de las ya legisladas, quién y cómo afrontará los retos que tenemos en el orden económico, cultural, educativo, social, quién y cómo enfocará nuestras relaciones regionales y las que tenemos en el plano internacional.         

Pero en el galimatías de desentrañar los quiénes y los cómo a lo que me estoy refiriendo, nosotros como cristianos no somos neutros. Y lo que una vez más decimos los obispos desde la doctrina social de la Iglesia al respecto, lo hacemos para recordar los referentes morales desde los que debemos ejercer este derecho ciudadano del voto en unas elecciones. Si callásemos, nos dirían que estamos al margen o que estamos tal vez otorgando con complicidad; si hablamos, no faltarán los habituales vociferantes en el sentido más propio de la expresión, para decir que los Obispos entramos en campaña, que sobra nuestra voz y nuestras reflexiones; y al exponer nuestros principios, que se derivan del evangelio, de la tradición cristiana y de nuestra particular manera de ver el mundo y el hombre con sus heridas y sus esperanzas, tampoco dejarán de estar quienes piensan que tomamos partido por esta o aquella formación política dándoles la razón o criticando su deriva.         

Nunca me he sentido rehén de nadie cuando la libertad, que nace de la verdad como dijo el Maestro (la Verdad os hará libres), me pide que hable o que calle. Ni busco el aplauso de nadie, ni temo desprecio alguno. Y con esta libertad cristiana, digo a los fieles católicos y a quien quiera escucharme algo sobre estas elecciones, no tanto pensando en el 20N, sino pensando en lo que viene después, cuando se pase página a este período de legislatura que ha sido el que es.         

La vida es un valor primordial, no moneda de cambio de oportunismo o demagogia que se calcula según las adhesiones o rechazo de un posible electorado. La vida no tiene parvedad de materia: la del no nacido, la del anciano o enfermo terminal, la vida de quien malvive por falta de libertad, de dignidad, de trabajo. Toda la vida nos importa, y con toda ella estamos comprometidos, porque la vida es sagrada y sólo la da o la quita Dios. Quienes confunden la manipulación de la vida con sus intereses de poder, no son aptos de la confianza, sino más bien reprobables por sus hechos, por sus leyes, por sus demagogias lingüísticas de géneros varios. No hay derecho a matar, sólo hay derecho a vivir cuando Dios nos ha llamado a la existencia. Y este derecho debe ser tutelado, debe ser protegido: desde el seno materno del no nacido, hasta el natural tramo final de una andadura humana, pasando por las mil circunstancias intermedias en donde la vida puede estar amenazada de tantos modos por zarpazos económicos, bélicos, terroristas y violentos de toda índole y catadura. La vida, importa. La vida no tiene color rojo, o azul, o arco iris, la vida es un buen punto de examen para plantearnos nuestro voto cristiano y humano con responsabilidad y sensatez.         

Hay otro tema que representa igualmente un momento de claridad en nuestro juicio electoral: la verdad. Porque la verdad se presenta como un gran test para analizar posturas de coherencia personal en candidatos, estrategias creíbles en los programas políticos para salir de las dificultades que atenazan a demasiada gente y a muchísimas familias. Cuando la mentira en todas sus formas se convierte en un arma política más, y no duelen prendas ni gastos a la hora de engañar a mansalva con tal de seguir obteniendo resultados de puro poder, estamos ante otro frente de personas o de posiciones partidistas que en su deshonestidad no son merecedores de una confianza por parte del pueblo. Hemos visto engañar demasiado en estos años, con enormes consecuencias para las personas y para un país como estamos ahora lamentando. Hay crisis que son demasiado complejas, y que sin duda son fruto de un sinfín de factores. Pero la gestión de esa crisis no puede hacerse desde la mentira, desde el engaño para atrincherarse en el poder a toda costa. La verdad también importa, y no tiene color alguno, sino el brillo de las cosas hechas con coherencia responsable.         

La familia, la educación, la convivencia en paz y sin crispaciones insidiosas, son asuntos a los que nos hemos referido los Obispos en esa nota de la Comisión Permanente.         

Hay muchos políticos honestos, que viven responsablemente su misión, que buscan con sinceridad el bien de sus conciudadanos. A todos ellos les damos las gracias por su labor al término de la legislatura. Pero sobre todo pedimos al Señor y deseamos de ellos que los que salgan elegidos en las urnas ejerzan su misión con altura de miras buscando el bien de las personas, especialmente de las más desfavorecidas.         

Recibid mi afecto y mi bendición.      + Fr. Jesús Sanz Montes, ofm     Arzobispo de Oviedo


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

"Agenda 2033, nueva y eterna"

  En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.  

Por Teodoreto de Samos Leer columna

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo