Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han advertido este lunes de que el proceso de paz no es irreversible, aclarando que, aunque "se ha avanzado como nunca, aún hay mucha tela por cortar" para llegar al acuerdo definitivo.

   "Montar la matriz de la irreversibilidad no es conveniente si se considera que elevar las expectativas hacia la cumbre de lo irreal podría llevarnos al terreno de las frustraciones", ha dicho la guerrilla en un comunicado.

   Las FARC han alertado de que "está andando una intensa campaña mediática desde diversos flancos institucionales que da la sensación de que el acuerdo está a la vuelta de la esquina", mientras "se pretende imponer fórmulas jurídicas de sometimiento a la guerrilla" para que, "si no las admite, se le pueda acusar de obstruir el proceso de paz".

   Así, han explicado que, si bien es cierto que "las conversaciones de paz avanzan y se han concretado acuerdos importantes que permitirían atacar las causas de la confrontación de más de medio siglo que padece Colombia (...), hay temas cruciales en los puntos 5 y 3 que se están discutiendo, como los hay en el conjunto de las 28 salvedades que permanecen en el congelador esperando el momento para volver a ellos".

   "Somos optimistas", han confesado, pero matizando "en lenguaje sencillo y coloquial, que se ha avanzado como nunca, pero aún hay mucha tela por cortar". "Hay mucho por transitar y muchas voluntades que sumar antes de expresar que ya casi todo está listo", han subrayado.

   "En estos asuntos de guerra y paz, que congregan tantas sensibilidades, pero también tantas ilusiones, se vale anhelar y soñar; sobre todo se vale ser creativos en busca de soluciones a los problemas de miseria, desigualdad y falta de democracia que causaron y mantienen el conflicto; pero hay que hacerlo con los pies bien puestos sobre la tierra", han sostenido.

TAREAS PENDIENTES

   En concreto, la guerrilla ha recordado que "faltan por abordar temas sumamente complejos como, la definición de la comisión de la verdad, el cese al fuego bilateral, la dejación de armas, el esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo y la guerra sucia o el problema del latifundio y la extranjerización de la tierra".

   "El deber de quienes anhelamos una Colombia sin más conflicto, no puede ser otro que persistir y empeñar todos los esfuerzos en derrotar a los guerreristas para sacar adelante cada uno de los mencionados propósitos, que es la forma de sacar juntos hasta buen puerto el proceso de paz", ha apuntado.

   Por ello, las FARC han insistido "en convocar a todo el país para que se apoye cada iniciativa y se le dé impulso a una (asamblea) constituyente que le abra camino a la justicia social como base sobre la cual podamos fundar la nueva Colombia en la que impere el buen vivir".

ACUERDO DE DESMINADO

   Por otro lado, la delegación de paz de las FARC ha querido aclarar que "el acuerdo de limpieza de explosivos de los campos colombianos -- que es presentado por la prensa como si hubiera solamente el compromiso exclusivo de la insurgencia-- compromete también al Gobierno.

   El grupo armado ha afirmado que la Casa de Nariño es también "responsable de la contaminación del territorio colombiano con estos letales artefactos de guerra que constituyen peligro para las comunidades".

   "Este es un acuerdo bilateral, de recíprocas obligaciones, el cual aspiramos a que dentro de un cese bilateral de fuegos, se pueda extender a todo el país", han recalcado.