La onda expansiva que se está extendiendo sobre Hispanoamérica contiene una peligrosa tesis/antítesis/síntesis. A saber:

(1)   El gran mal que Chávez ha cernido sobre Hispanoamérica: La resurrección artificial de ese cadáver putrefacto que era el castrismo, esto es, el comunismo hereditario. Chávez le ha dado una oxigenación importantisima y ha convertido a La Habana en una suerte de Meca revolucionaria, cuando tan nefasto régimen ya prometía su agonía. Si el chavismo de por sí es objetivamente malo, empieza con esta canallesca aventura.

(2)   Directamente relacionado con esto, aprovechando el poder petrolero y el incesante coqueteo con el narcotráfico de Caracas, se añade el espionaje y la praxis revolucionaria de La Habana. Según datos del propio gobierno chavista, hay más de 60.000 cubanos en Venezuela. No negamos que habrá médicos y maestros, pero en realidad esto es anecdótico. Según la histérica e histriónica geopolítica “latinoamericanista”, este grupo es la avanzadilla de la “Revolución Bolivariana Socialista” a expandir por todo el continente, sin entrar siquiera en que Marx pusiera al dictador mantuano como mil trapos. Así pues, Cuba pone el “capital humano” y Venezuela la “logística” y el parné. Peligrosa combinación para pagar estrategias y campañas electorales desde Centroamérica a la Argentina, y para ir colocando peones en un tablero de ajedrez imposible.

(3)   Comoquiera que Chávez y los Castro quizá son demasiado descarados, los peones de esta amenaza de imperio soviético han encontrado una coartada perfecta, una vaca sagrada a lo hindú: Lula. Es una izquierda que acepta la economía de mercado, democrática, según Mario Vargas Llosa… El modelo brasileño, dicen… Con todo, sobre el modelo brasileño podemos apreciar los datos del periodista peruano Aldo Mariátegui: http://diariocorreo.pe/columna/39071/modelo-brasileno-ja-ja-ja/  

 Si a esto le añadimos las “simpatías folklóricas” que estos tiranuelos despiertan en el “Occidente desarrollado” (El cual por nada del mundo cambiaría su status comodón por aquello, y veremos ahora, que el bienestar ya es historia…), el cóctel se antoja como bomba de relojería. Hablando de bombas, el presidente uruguayo, el tal Múgica, fue terrorista. “Fue” es un decir, pues hasta la fecha jamás ha mostrado signo de arrepentimiento. Múgica, como Humala y tantos otros, dijeron en su campaña que su modelo era Lula, que no era Chávez. Claro que acto seguido se abrazaron con el que fuera militar golpista en 1992.

 Con todo, a pesar de Vargas Llosa, Pérez de Cuéllar, Bryce Echenique, Iwasaki y demás que han acabado apoyando a Humala porque en el fondo les da igual, ya que ellos irán a su Perú natal de vacaciones como mucho, no nos hemos enterado en qué consiste Lula como diferencia marcada… Quizá salvando las enormes y complejas diferencias que comporta el Brasil como nación en sí. Pero en verdad no nos enteraremos nunca porque no es más que demagogia de una estrategia tan bien marcada como pedante, mentirosa y terrorífica, sin que ello suponga problema alguno para “los mercados”, ese ente a quien se acude por y para todo sin tampoco explicar nada porque es que en verdad nada hay que explicar.

Antonio Moreno Ruiz.

  http://poemariodeantoniomorenoruiz.blogspot.com/