"¿Si Cataluña es una nación o no, por qué no nos lo preguntan? Porque puede que se den una sorpresa, o puede que no nos lo quieran preguntar porque tienen miedo de la respuesta", ha sentenciado ante un millar de personas congregadas en el pabellón Pare Manyanet de Reus.  

  También ha resaltado que "si la fuerza de la contabilidad europea impuesta por los alemanes hizo cambiar la Constitución", también debería hacerlo la fuerza que los catalanes expresen en favor del derecho a decidir.

   "¿La contabilidad puede cambiar una constitución pero la democracia ejercida por los catalanes no puede cambiar una ley para hacer un referéndum y que el pueblo pueda decidir su futuro?, ha preguntado.  

  Según él, Cataluña siempre ha actuado como un "buen niño" buscando el pacto con el Estado, pero luego no ha visto cubierto sus aspiraciones y anhelos, por lo que ha apelado a abrir un nuevo camino, que -ha admitido- conlleva interrogantes.  

  Sin embargo, ha argumentado que, pese a las dudas e incertidumbres que pueda generar, la alternativa no puede ser "insistir en la vía que ha practicado el catalanismo desde hace cien años".

   Y es que, según Mas, con la actitud mantenida hasta ahora Cataluña "no puede estar ni tranquila" para mantener su sistema de inmersión lingüística en la escuela, ni puede aspirar a que el Estado busque soluciones para reducir su déficit fiscal del 8%.

   "Mira que se tocan cosas, pero esto es inamovible", ha lamentado el presidente catalán, quien también ha criticado la inversión que se ha destinado a Cataluña en materia de infraestructuras.  

  Por eso, ha insistido en que Cataluña cuenta con "la fuerza de la democracia" frente a los dictados del Estado, y ha asegurado que, si les hicieran alguna oferta, la tendrían que poner encima la mesa y someterla al juicio de los catalanes.

 "QUE DIOS NOS COJA CONFESADOS"

   Tras recordar la negativa del Gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, posterior a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, ha cuestionado que el Gobierno apele ahora al diálogo: "Si la forma que tienen de dialogar es esta, que Dios nos coja confesados".   

 Así, ha llamado a conseguir una mayoría excepcional tras las elecciones del 25 de noviembre al advertir de que, si no lo consigue, desde el Estado intentarán "ridiculizar a Cataluña y buscar cualquier excusa para abortar el proceso".  

  Aunque es consciente de que el derecho a decidir lo abanderan diferentes formaciones en el Parlament, ha avisado de que quien tenga que liderar este proceso requiere de esta mayoría excepcional para enviar el mensaje "de que las cosas van en serio y que hay que tomar en serio" a Cataluña.

   Para Mas, la movilización que detecta entre la sociedad catalana es importante y simbólica, y ha reclamado unidad en Cataluña, porque el camino por delante "no es fácil, pero es posible", tras dejar claro que este proceso debe conducirlo el pueblo y no una sola persona, ni el Govern ni el Parlament.  

  Mas ha sido arropado por el cabeza de lista por Tarragona, Albert Batet -que también ha apelado a la unidad "para construir el castillo de la libertad" de Cataluña-, y por el alcalde de Reus y "número tres", Carles Pellicer.