El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha avisado este martes de que Cataluña debe prepararse para "actos de autoafirmación que romperán las costuras" de las interpretaciones realizadas hasta el momento de la Constitución y del Estatut en defensa del pacto fiscal.  

  En la presentación de los dictámenes de 2010 del Consejo de Garantías Estatutrias (CGE), ha asegurado que hasta el momento se han hecho rígidas interpretaciones de la Constitución y muy restringidas del Estatut, "y Cataluña necesita llevar un vestido más ancho lo más ancho posible y cómodo".

   Por ello, ante un auditorio lleno de juristas, Mas ha destacado que en los próximos tiempos, además de los argumentos del derecho, será necesario buscar maneras y formas para reforzar las "legitimidades democráticas" de Cataluña.

   Y es que, ha advertido, puede llegar un momento en que las diferencias entre el resto del Estado y las instituciones catalanas sean suficientemente grandes como para que Cataluña "tenga la necesidad de abrir nuevos caminos, que algunos interpretarán que son de confrontación pero que serán de autoafirmación, que le obliguen a imaginar caminos legales, no solo catalanes ni españoles sino también internacionales, para legitimar posiciones que estén fundamentados en la democracia y en la expresión del pueblo de Cataluña".   

Para conseguirlo, ha apelado a tener la máxima inteligencia jurídica y el consenso de la sociedad civil y política, por lo que ha pedido al CGE que continúe analizado en el futuro la Constitución "en el sentido más amplio posible para encajar el autogobierno catalán, y el Estatut de la forma más ambiciosa posible" para obtener la máxima soberanía y capacidad de decisión propia.  

  Consciente del delicado momento que atraviesa el autogobierno catalán, Mas ha confiado a la entidad la misión de protegerlo y de luchar para obtener el máximo posible "y de la mejor calidad" en el futuro, tras elogiar el papel que han jugado la entidad, que recogió el testigo del Consejo Consultivo, desde su creación.  

  Para el presidente de la Generalitat, el CGE se ha ganado la autoritas "a pulso", frente a otras entidades que tenían la potestas pero que no la supieron ejercer, en referencia velada al Tribunal Constitucional (TC).  

  "Estaban legitimados para dar sentencias, pero cuando debían dar ejemplo de consenso interno, de discreción, de necesidad de contención, no lo hicieron. Viendo la diferencia con el CGE, en este sentido somos mejores", ha expuesto Mas, quien ha realizado una encendida defensa de la legitimidad de la institución y de su capacidad de aunar amplios consensos.

   Pese a constatar el amplio bagaje jurídico catalán, Mas ve necesario ampliar aún más la arquitectura del derecho público de Cataluña, y más para afrontar los retos futuros de su autogobierno.

   Para la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, el CGE ha construido jurídicamente una doctrina "honda y firme" al respecto, y que ésta es consultada y siempre lo será.   

 También ha resaltado su independencia del resto de poderes públicos, su autonomía orgánica, funcional y presupuestaria, y el uso exclusivo de la interpretación jurídica realizada desde la independencia.  

  En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente del Consejo, Eliseo Aja, quien ha constatado el amplio seguimiento que el Parlamento y el Gobierno catalán hacen de sus dictámenes, porque superan el 85% en la mayoría de casos.