"Los trabajadores sanitarios nos hemos unido para enviar una señal de alarma: nuestro sistema sanitario está sobrepasado", han dicho, recordando que se está produciendo "un aumento continuado en el número de contagios" desde el inicio de la desescalada, en junio.

El Ministerio de Sanidad filipino ha informado este sábado de que en las últimas 24 horas se han contabilizado otros 4.963 casos de coronavirus, frente a los 3.954 comunicados el viernes, lo que eleva el total a 98.232 personas contagiadas, incluidas 2.039 víctimas mortales.

Los firmantes, apoyados por más de 80 organizaciones médicas del país, han señalado entre las principales razones del colapso el poco personal disponible en los hospitales. "Nuestros trabajadores sanitarios se están consumiendo con el interminable número de pacientes que llegan a las urgencias", han ilustrado.

También han apuntado a fallos en la detección de los contagiados, en el rastreo de sus contactos y en el aislamiento de ambos y escasas medidas de seguridad en centros de trabajo y transporte público, así como la falta de concienciación por parte de los filipinos debido a "la errónea percepción de que se está mejorando".

"Estamos librando una batalla perdida contra la COVID-19 y necesitamos poner en marcha un plan de acción consolidado y definitivo", han afirmado, urgiendo a Duterte a adoptar las primeras medidas.

En concreto, han reclamado una vuelta al confinamiento de la Gran Manila entre el 1 y el 15 de agosto, tiempo suficiente para "redefinir la estrategia para controlar la pandemia", y que reconsidere la reapertura de centros deportivos, restaurantes, comercios y cines prevista para este mismo sábado.

"Entendemos que imponer una cuarentena comunitaria es una decisión compleja", han declarado, apostillando que, "si bien la salud es solo una dimensión" de esta crisis, "se necesita gente sana para revitalizar la economía".

"El sector sanitario ya no podrá soportar mucho más tiempo (...) y, al final, ganar la guerra contra la COVID-19 depende principalmente de que nuestro sistema sanitario sea capaz de atender las demandas de todos los filipinos. Esperamos que el Gobierno escuche nuestro llamamiento", han zanjado.

EL GOBIERNO DESCARTA VOLVER AL CONFINAMIENTO

Interrogado sobre la carta del Colegio Médico, el portavoz presidencial, Harry Roque, ha asegurado que el Gobierno está dispuesto a discutir las cuestiones planteadas por los sanitarios en la próxima reunión.

"Estamos en un diálogo con nuestro personal sanitario para discutir los mejores pasos a dar asegurando un equilibrio entre todos los factores importantes que debemos tener en cuenta", ha recordado en este sentido el Ministerio de Sanidad a través de un comunicado.

Sin embargo, Roque ha descartado una nueva cuarentena. "El confinamiento estricto en el área metropolitana de Manila sirvió a su propósito, pero ahora necesitamos intensificar otras estrategias. La cuarentena comunitaria por sí sola, repetimos, es insuficiente para controlar la COVID-19", ha defendido, según recoge la cadena ABS-CBN.

Además, el portavoz presidencial ha aseverado que el Gobierno ha aumentado la capacidad hospitalaria con más camas y contratando a más personal sanitario, al tiempo que ha reivindicado la campaña de información lanzada para sensibilizar a los filipinos sobre la necesidad de usar mascarilla, lavarse las manos y mantener la distancia social.