Para exigir a las autoridades españolas su salida inmediata hacia la Península para establecerse en otros puntos del territorio nacional u otros países de Europa y salir de la "cárcel" en la que consideran que se ha convertido la ciudad autónoma para ellos.

   El portavoz del grupo, que reúne a una mayoría de varones jóvenes pero también a mujeres de hasta 80 años y a bebés que no llegan a los dos, Ahmed Kurdó, ha asegurado en declaraciones a los medios que los movilizados piensan quedarse a dormir al aire libre y no regresar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hasta que se tramite su desplazamiento al otro lado del Estrecho.

   El CETI de Ceuta reúne actualmente, según fuentes de la Delegación del Gobierno, a alrededor de 150 inmigrantes de origen sirio, número que los concentrados elevan a "cerca de 200", entre ellos "unos 40 menores de edad".

   Según los movilizados, se trata en su mayoría de núcleos familiares con hasta 8 hijos que en algunos casos llegaron a la ciudad española "hace más de 8 meses".

   Fuentes de la Delegación del Gobierno han reiterado que "las medidas de presión no conseguirán el efecto pretendido" y han repetido en declaraciones a Europa Press que "cada caso y cada expediente debe seguir los mismos protocolos y procedimientos, ya se trate de solicitantes de asilo o no, para que no se produzca ningún agravio comparativo".

   En octubre de 2013, primero, y en enero de este año, después, el colectivo de inmigrantes sirios ya ocupó durante una o varias jornadas la Plaza de los Reyes con el mismo propósito. En la primera ocasión las Fuerzas de Seguridad acabaron interviniendo para desalojar a los menores de edad del espacio público con el comienzo de las lluvias y la detección de los primeros casos de riesgo para su salud.

   Los asiáticos aseguran vivir en condiciones inaceptables en el CETI, donde no hay módulos específicos para que las unidades familiares puedan desarrollar su rutina por separado.

   La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha denunciado en repetidas ocasiones durante los últimos meses que Ceuta y Melilla se han convertido en 'ciudades-cárceles' para los indocumentados que logran acceder a ellas y ha subrayado que refugiados sirios permanecen aislados en ambas localidades "sin atreverse a pedir protección" por temor a que, por hacerlo, puedan demorar aún más su traslado a la Península.

   Hace un mes la Policía Nacional de Ceuta dio por "desarticulada" la red más importante dedicada a facilitar la entrada irregular de ciudadanos sirios procedentes de Marruecos en la ciudad autónoma a través de la frontera del Tarajal "utilizando pasaportes españoles o del país vecino a cambio de importantes cantidades de dinero".