En declaraciones a los periodistas desde L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde ha asistido a una asamblea de sindicalistas de UGT en Seat, Méndez ha elogiado el papel "clave" que en la negociación ha tenido el actual presidente de la patronal española, el catalán Joan Rosell.

   Rosell "ha sabido jugar con mucha discreción un papel clave", ha asegurado el sindicalista, quien ha atribuido el cambio en el diálogo social al cambio en la cúpula de la patronal.  

  También ha alabado el comportamiento del portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, que ha actuado "con mucha inteligencia, tino y sentido de Estado", ha apuntado Méndez.   

El preacuerdo sobre la reforma de las pensiones ha sido posible "porque se ha producido una reducción de los propósitos iniciales del Gobierno", según Méndez, ya que el Ejecutivo quería una única edad de jubilación, la de los 67 años.   

"El acuerdo contempla un intervalo de edades de jubilación de los 63 a los 67 y se mantienen los 65 con 38,5 años de cotización", ha manifestado Méndez, que también ha destacado el mantenimiento de la jubilación parcial anticipada.

   Ha resaltado que el acuerdo incluye otros contenidos que no existían en España como es el reconocimiento de los periodos formativos de los jóvenes y del periodo que las mujeres dedican al cuidado de sus hijos para el cómputo de la pensión.

   "Esto significa en la práctica neutralizar el impacto del alargamiento de la edad de jubilación para dos colectivos que podían estar en una situación más complicada", ha afirmado.    Tras el preacuerdo sobre las pensiones, que el Comité Confederal de UGT debe refrendar el próximo martes, Méndez ha asegurado que "nuestra gente mayor debe tener confianza y tranquilidad de que sus pensiones ni corrían peligro ni van a correr peligro, están aseguradas".  

  En cuanto a los jóvenes, ha enviado otro mensaje de confianza al explicar que "las pensiones del futuro se garantizan con este acuerdo".

   Méndez ha reiterado que ahora la apuesta de los sindicatos pasa por alcanzar un pacto de carácter más general con el Gobierno y la patronal "por la confianza, por la cohesión social y por la recuperación de la economía", del que el preacuerdo de las pensiones sería el primer paso.

   Según Méndez, uno de los objetivos de este acuerdo general, que debería contar con el apoyo de los partidos políticos, sería "recuperar la senda de la generación de empleo".