La organización, que ha señalado que varios miembros de MSF se han visto sometidos a altos niveles de violencia en los municipios de Buenaventura y Tumaco, ha indicado en un comunicado que la violencia en Colombia continúa siendo uno de los mayores problemas para gran parte de la población.

MSF ha informado de que la presencia e influencia de las organizaciones criminales y grupos armados en el país han provocado un gran número de homicidios, secuestros y desapariciones.

"Este tipo de violencia tiene un claro impacto en la salud física y mental de las poblaciones de los municipios de Buenaventura y Tumaco", ha manifestado el jefe de MSF en Colombia, Juan Matías Gil.

"Aunque las situaciones y necesidades de los pacientes vistos por MSF en estas ciudades no pueden ser extrapoladas directamente al resto del país, pueden ser consideradas como una aproximación plausible de la realidad en áreas urbanas y rurales de muchas provincias de Colombia", ha explicado.

El informe "A la sombra del proceso de paz" examina los datos médicos recogidos por los equipos de MSF durante 2015 y 2016 en Buenaventura y Tumaco.

Según las consultas de psicólogos y médicos de la organización a 6.000 pacientes, la exposición a eventos violentos y factores de riesgo ha provocado depresión (en el 25 por ciento de los casos), ansiedad (en el 13 por ciento), trastornos mentales (11 por ciento) y estrés postraumático (8 por ciento).

"Hay un déficit de servicios de salud mental a nivel primario a pesar de las necesidades significativas de la población y de la existencia de un marco legal de atención, asistencia y reparación integral para las víctimas de los conflictos armados internos", ha explicado Gil.

La atención integral en salud mental sólo puede encontrarse en las principales ciudades. Los centros de salud de las poblaciones más pequeñas o apartadas no cuentan con estos servicios, con lo que parte de la población se queda sin recibir el tratamiento que necesita, según ha informado la organización.

"No hay psiquiatra en Buenaventura", ha aseverado Brillith Martínez, psicóloga de MSF en este municipio. "Si una persona necesita atención psiquiátrica debe ir a Cali, a dos horas y media por carretera. La mayoría de los que viven aquí no pueden permitirse el viaje. Así que finalmente muchas de las víctimas se quedan sin recibir un tratamiento integral", ha indicado.

Los datos de MSF muestran que sólo el 9 por ciento de los casos de violación fueron tratados dentro de las 72 horas posteriores al incidente, lo que limita la eficacia del tratamiento médico y aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

Por ello, la organización ha instado al Gobierno colombiano a legislar a favor del fortalecimiento a nivel primario y de manera efectiva de la salud física y mental de los supervivientes de violencia sexual.