El atentado perpetrado este miércoles en Damasco contra la sede de la Seguridad Nacional, en la que se celebraba una reunión en la que participaban varios ministros y los principales responsables de seguridad y defensa del país, se ha cobrado tanto muertos como heridos dentro del ámbito más cercano del presidente de la República Siria, Bashar al Assad.  

  La primera víctima mortal ha sido el ministro sirio de Defensa, Duad Rayha, al que ha seguido el jefe de la inteligencia militar y viceministro de Defensa, Assef Shawkat, que también era cuñado del presidente. Los dos ocupaban un lugar muy destacado en el núcleo duro que rodeaba al mandatario desde el comienzo de la crisis.   

 El general Hassan Turkmani, antiguo ministro de Defensa y exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, ha sido el tercer fallecido, debido a sus graves heridas, del que se considera el ataque más cruento al régimen de Al Assad.

   Entre los heridos en el atentado, se encuentra el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Bejtyar que, según ha informado la televisión de Hezbolá, Al Manar, está en "situación estable" aunque se está sometiendo a una operación. También ha sido herido el ministro del Interior, Mohamad Ibrahim al Shaar, cuyo estado es estable.

DOS GRUPOS OPOSITORES AL RÉGIMEN SE ATRIBUYEN LA AUTORÍA  

  Según fuentes de las fuerzas de seguridad sirias, el ataque fue ejecutado por un guardaespaldas del círculo de Al Assad que detonó unos explosivos durante la citada reunión, versión que precisa la televisión estatal SANA asegurando que se trataba de un escolta del ministro de Defensa.

    Este atentado, que ha coincidido con el incremento de los combates en Damasco, ha sido reivindicado no por uno, sino por dos grupos que se oponen radicalmente al régimen de Al Assad.  

  Uno de ellos es la principal organización armada rebelde del país, el Ejército Libre Sirio, cuyo portavoz, Qassim Saadedine, ha declarado que "éste es el volcán del que hablábamos, que justo ahora acaba de comenzar".

    El propio Saadedine anunció este martes el inicio de una amplia ofensiva para "liberar Damasco" denominada "Volcán de Damasco y Terremoto Sirio", entre cuyos objetivos figurarían ataques a "edificios de las fuerzas de seguridad".  

  Por su parte, un supuesto grupo rebelde islamista llamado Liwa al Islam ("La Brigada del Islam") se ha atribuido a través de facebook la autoría del ataque contra "la sede de la célula de crisis en la capital, Damasco".   

 "Nos complace informar al pueblo de Siria, y especialmente a los habitantes de la capital, de que la Oficina de Seguridad Nacional, que incluye la denominada célula de gestión de crisis ha sido atacada con un artefacto explosivo por la brigada Sayyed al Shuhada de Liwa al Islam", dice el comunicado, añadiendo que "han muerto varios de los pilares del régimen".  

  Sin embargo, este grupo discrepa con la versión del guardaespaldas suicida. Un portavoz de Liwa al Islam, Abu Ammar, ha declarado por teléfono que "sí, el atentado lo llevamos a cabo nosotros, pero no lo hizo un suicida".   

 "Nuestros hombres lograron colocar bombas de fabricación casera en el edificio de cara a la reunión. Hemos estado planeándolo durante un mes", ha añadido.

 EL EJÉRCITO "CORTARÁ LAS MANOS A LOS QUE DAÑEN LA SEGURIDAD NACIONAL"

    La reacción tanto del Gobierno como de las Fuerzas Armadas del país no se ha hecho esperar tras el atentado mortal de este miércoles en Damasco.  

  Tras la muerte del ministro de Defensa, Daud Rayha, el Gobierno ha nombrado al general Fahad Yassim al Freij como el nuevo responsable de la cartera de Defensa. El general Freij, natural de Hama, ejercía anteriormente de jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.

   Asimismo, el Gobierno ha denunciado que el ataque ha sido cometido por  asesinos "a sueldo" y se ha comprometido a perseguir a las "bandas criminales", según informó la televisión estatal.  

  "Cobarde" ha sido el adjetivo escogido por el ministro de Información sirio, Omran Zoabi, para describir este atentado y ha afirmado que es "otro eslabón" más en la "conspiración" contra Siria.  

 "Nadie puede dudar de que hay un objetivo oculto, que es dañar a Siria desde dentro, para que Siria se someta y se arrodille, para servir a la mentalidad americana e israelí", ha asegurado.  

  Zoabi ha declarado en directo en la televisión estatal que siente "tristeza, dolor y enfado por este atentado terrorista" que el Gobierno de Al Assad condena.   

 "Al analizar la relevancia política de este crimen y de todos los crímenes anteriores y el significado de la agresión que suponen las sanciones, las declaraciones realizadas en el extranjero y la colusión externa, comprendemos por qué en Siria está ocurriendo lo que está ocurriendo", ha continuado.

   Al hilo de estas declaraciones, el ejército sirio ha asegurado que castigarán a los responsables del atentado, ya que "cortará las manos a los que dañen la seguridad nacional".

   En un comunicado leído en la televisión siria, el Ejercito ha señalado que "las Fuerzas Armadas acabarán con las bandas de asesinos y criminales y les perseguirán allá donde estén".  

  El Ejército ha indicado que quien crea que matando a sus comandantes va a "hacerles torcer el brazo" se va a llevar una "desilusión" y se han mostrado "más dispuestas que nunca a combatir todas las formas de terrorismo".