En este sentido, los obispos europeos han enviado una carta a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, la baronesa Catherine Ashton, pidiendo que se tratase la cuestión de la libertad religiosa y de los cristianos en el mundo en la reunión de ministros de Exteriores de la UE de este lunes --en la que se han condenado las persecuciones--.

   Además, han señalado que la libertad religiosa no puede significar relegar la dimensión religiosa a la vida privada, una opción que, a su juicio, favorece el relativismo y rechaza toda creencia. Por el contrario, defienden que la libertad religiosa es "un derecho y un valor que toda sociedad democrática debería estar abierta a promover y salvaguardar".

   En la reunión, celebrada en Belgrado, los obispos europeos también se han centrado en la dignidad humana y han remarcado que esa dignidad "innegociable" de las personas deriva de haber sido creadas a imagen y semejanza de Dios.    Además, en su escrito destacan que la identidad fundamental de los cristianos "deriva del bautismo" y que este les permite descubrirse a sí mismos como seres humanos y servir a otros.

Asimismo, indican que la pertenencia a la Iglesia también comienza a ser parte de su identidad convirtiéndose en una "responsabilidad social".

PIDEN "SOLIDARIDAD" EN EUROPA  

  Para los obispos europeos, sin una profundización en la identidad personal, y sin el descubrimiento del don de los otros, la unidad de la Iglesia será "siempre una aspiración en vano". En esta línea, ha subrayado que el ecumenismo es siempre un lugar de encuentro y diálogo tanto a nivel personal como de las comunidades que buscan una unidad más profunda.

   Además, han observado que, sin la solidaridad y otros valores "cuyo descubrimiento y defensa son fruto de un recorrido de fe", Europa no podrá tener un verdadero desarrollo y, según explican, para ser capaces de reconocer el valor de los otros y la importancia de la ayuda mutua, hay que estar seguro primero de la identidad propia.

   En este sentido, recuerdan que la fe cristiana hace comprender "aún más" que es "esencial no suprimir o reducir la ayuda que se debe aportar a los que viven en Europa, respetando su identidad nacional y promoviendo la solidaridad".

   "En tanto que cristianos, tenemos una contribución específica que aportar en Europa. Esperamos que el ecumenismo, como un espacio donde las comunidades y las personas se encuentran, pueda hacer crecer la unión de los cristianos, convirtiéndose estos en los artesanos de una paz verdadera enraizada en los corazones de las personas y las naciones", han concluido.